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17 de agosto del 2021

No tenia ganas de ir a la heladería, pero tampoco quería decepcionar a mi papá. Aparte tenia un castigo el cual tenia que cumplir. 

Esta vez mis amigas me estaban acompañando a la heladería ya que habíamos salido de clases, yo venia en medio y un poco más adelantada mientras que Fernanda estaba a mi derecha y a Ariadna a mi izquierda. 

Ayer por suerte no pude venir a trabajar porque acompañe a mi papá, pero ya no había otra cosa que me pusiera salvar de ver a Arán y el domingo que fue a mi casa no hable con él ya que cuando regresé de desayunar con mis amigos, él ya no estaba. 

—A mi siempre me agrado más Elías —dice Ariadna 

—¿Qué dices? —pregunta al instante Fernanda—. No conozco a Arán, pero créeme que es mejor que Elías 

—¿Mejor?, pero si él fue quien dejo plantada a Elisa 

—Eso no significa que sea una mala persona 

—Elisa, deberías darle una oportunidad a Elías 

—Mejor dásela a Arán...

Me tengo para girarme y verlas a las dos —No quiero saber nada de Arán o de Elías —me miran al instante sorprendidas por la forma en las que les hable y no las culpo, yo no era de enojarme mucho, pero en serio que ya me tenían harta con el tema de Elías y Arán—. Perdón 

Ambas se voltean a ver mutuamente para después mirarme a mi

—No tienen nada de que disculparte —habla Fernanda—, nosotras nos disculpamos

—No sabíamos que te molestaba hablar de ellos... 

La interrumpo —No me molesta, solo que no quiero saber nada de ellos dos... por ahora 

—Esta bien —dice Fernanda 

Medio sonrío para girar y volver a caminar hasta llegar a la heladería que ya estaba abierta, al entrar noto que hay un grupo de amigos en una mesa del lado izquierdo mientras que en otra mesa del lado derecho estaba una pareja. 

Arán estaba sirviendo unos helados, pero al momento de abrir la puerta al instante levanto la mirada haciendo contacto visual conmigo. Aprete los labios cuando me dejo de mirar para continuar sirviendo los helados. 

Vi como les ponía una cuchara a cada vaso e iba donde estaba la pareja para entregárselos. 

Entro a la heladería para poder ir a dejar mi mochila a el cuarto y ponerme mi suéter ya que llevaba unos pantalones blancos con un top negro y en la heladería hacia frío así que me puse un suéter café. 

Al salir de el cuarto note que mis amigas le estaban pidiendo unos helados a Arán, pero lo miraban como si lo quisieran matar ahora mismo. 

Suspire y me acerque a ellas mirándolas para que entendieran que no me estaban ayudando y al momento de ponerme alado de Arán note como se alejo un poco de mi lo cual me decepciono un poco. 

—Elisa, ¿quieres que nos quedemos hasta que salgas? —pregunta Fernanda 

—Gracias, pero es mejor que se vallan. 

Arán les entrega el helado que ambas pidieron y es Ariadna quien le paga —Si ocurre algo nos llamas 

—No se preocupes —digo

Ellas me dan una sonrisa antes de irse y cuando se van escucho que Arán suspira, pero no dice nada y solo saca su celular para verlo. 

Voy a la computadora donde la prendo y conecto las bocinas para poder poner música y quedarme sentada un rato ahí. Poco después el grupo de amigos se va y unos minutos después la pareja igual se va quedando solo Arán y yo. 

En las tardes de un veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora