En las tardes de un verano

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13 de septiembre del 2021

La repostería era algo que me daba tranquilidad, me gustaba estar experimentando y perder mi tiempo cocinando pastelitos, galletas o algo parecido. Y también había descubierto que cuando una persona me importaba demasiado, le hacía algún pastelito o algunas galletas y era lo que estaba haciendo para Arán

Sabía que hoy lo iba a ver por lo que había decidido hacerle las galletas que había hecho para sus papás, pero ahora eran solo para él. Arán dijo que le habían gustado y aunque no sabía si me había mentido o decía la verdad, yo quería hacerle las galletas.

Ya estaban afuera del horno y lo único que faltaba era guardarlas por lo que busqué una pequeña bolsa para poner las galletas y cerrarla con un listón. Estaba demasiado emocionada por la reacción de Arán y por verlo

Estar con Arán me traía la misma sensación que estar en la playa por lo que no podía seguir ignorando que me gustaba demasiado Arán, me había gustado desde la primera vez que lo vi porque sus ojos eran lo que resaltaba a primera vista y después de conocerlo me he dado cuenta que tenemos una conexión inexplicable, estaba decidida a decirle lo que sentía, aunque tenga la probabilidad de que todo lo que paso, haya sido una ilusionada mía y que él en realidad no siente nada por mí. Estaba dispuesta a romper mi corazón, pero mis sentimientos se los tenía que decir este mismo día.

Me despedí de mi mamá para después salir de mi casa y empezar a caminar a la heladería en la cual mi papá me había dado la opción de poder quedarme, pero aún no sabía si era buena idea porque si no acepto su propuesta, solo trabaje esta semana

Las nubes grises indicaban que iba a llover lo cual me generaba una pequeña sonrisa al recordar el día que nos besamos mientras había una tormenta, ese día nunca imaginé que un día gris y oscuro se convertiría en el mejor día; desde ese día, lo único que quise hacer fue repetir ese momento y ahora lo podía hacer cuando quisiera así que, al llegar a la heladería, lo primero que hice fue saludarlo con un beso

—Buenos días —me saluda al separarnos

Sonrío —Te traje unas galletas —le entregó la bolsa con galletas que tenía en mis manos

—Que delicia —deja las galletas para poder darme un beso—, ya imprimí las fotos y cada quien tendrá su copia —dice mientras va por su mochila en donde saca otro sobre de papel para después abrirlo y darme la foto que tomé de los dos

En ese momento pensé en que Arán tomaba las fotos y a él nunca le tomaban fotos por lo que decidí pedirle su cámara y tomarnos fotos a ambos

—Nos vemos muy bien —sonrío

—Demasiado bien que me gustaría que mi mamá la viera — vuelvo a sonreír—. Quiere que vayas a cenar aprovechando que mi papá salió de viaje

Frunzo el ceño —¿Aprovechando?

Sonríe —Mi papá aún no sabe mucho de ti y mi mamá te quiere preparar algo especial que a mi papá no le gusta

—Solo le tendría que pedir permiso a mis papás

—Si quieres yo se lo pido por ti

—¿Seguro? —. Asiente con la cabeza

No sabía si sería buena idea, pero le presté mi celular a Arán para que él pudiera marcarle a mi papá o a mi mamá y me sorprendió bastante que empezará a platicar mientras tenía mi celular en su oreja. No sabía si le había llamado a mi mamá o a mi papá, pero se veía muy contento que incluso en unas ocasiones soltó una risa la cual me dejaba sorprendida y confundida

Duró unos minutos hablando por celular hasta que finalmente me lo entregó —Dice que sí, pero con la condición de que te deje en tu casa antes de las doce