En las tardes de un verano

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6 de septiembre del 2021 

Mi felicidad se podría notar a kilómetros, tenía una sonrisa diferente a la de los demás días porque tenía un ramo de flores en mis manos las cuales me había regalado Arán. Nunca me había imaginado que Arán fuera de esas personas que les gustará regalar cosas y me sorprendió bastante que me diera las flores ya que pensé que eran para la chica. A ella no la conocía, pero me agradó demasiado su personalidad y como me dijo que Arán me tenía que dar algo.

Se supone que me vería con mis amigas en una cafetería cercana y vi como abrían las bocas viéndome acercarme a ellas con el ramo en mis manos

—¿Te lo dio Arán? —pregunto Fernanda una vez que me senté enfrente de ellas

Asiento con la cabeza mientras sonrío un poco más

—Sabe cómo conquistarte —habla Ariadna —y también sabe tus florecitas favoritas

Vuelvo a sonreír —Me estuvo acompañado mientras cuidaba mis flores

—¿Qué dicen tus papás al respecto? —pregunta Ari

—Espero que no les moleste ya que Arán en un buen chico y lo adoro

—¿Ya no sientes algo por Elías? —vuelve a preguntar Ari

Niego con la cabeza —Estoy conociendo a Arán

—Deberías de hablar con tus papás si es que vas a tener algo serio con Arán —propone Fer

—Lo pensaré, pero si me gustaría hablar con ellos de él por si llegamos a tener algo

—Quien diría que te terminarías enamorando de tu compañero de trabajo

Sonrío —Me hace demasiado feliz

—Se nota

Sonrío una vez más antes de poner el ramo en el asiento de alado para poder estar con mis amigas y pedir algo cada una. En lo que restaba de la tarde la pasamos platicando e incluso quisieron hablar de nuevo de Arán el cual me había mandado un mensaje, pero al estar con mis amigas no me había dado cuenta hasta que las tres nos subimos al taxi para poder ir a mi casa donde las tres nos quedaríamos.

Nos gustaba estar las tres juntas que incluso tratábamos de hacer pijamadas cada cierto tiempo y en esta ocasión tocaba que la pijamada fuera en mi cuarto por lo que ya le había dicho a mi mamá solo para que no se enojara.

Unos minutos después de subir al taxi, llegamos a mi casa donde mis amigas me ayudaron con el ramo mientras yo agarraba unas bolsas de papel ya que habíamos pasado a comprar varias cosas a una tienda para poder utilizarlas esta noche

Al entrar a la casa, encontramos a mi mamá con mi papá en la sala, los cuales saludaron a mis amigas y preguntaron por el ramo que traía Fernanda. Ninguna sabía que decir por lo que le tuve que decir a mi mamá que me lo había dado Arán; por supuesto que mi papá se sorprendió tanto que se levantó para poder observar las flores, pero ninguno de los dos dijo nada por lo que mis amigas y yo nos fuimos a mi cuarto lo más rápido para poder evitar preguntas

—¿Con que cosa empezamos? —pregunta Fernanda mientras deja el ramo en mi mesa

Ariadna y yo nos quedamos mirando tratando de comunicarnos o esperando a que una dijera algo hasta que ella habló

—Yo iré a preparar las botanas —avisa mientras deja de mirarme para después salir del cuarto dejándonos solas a Fernanda y a mí

—Supongo que acomodaremos todo —. Ella suelta una risa la cual me contagia, pero no nos dura mucho ya que escuchamos como un celular empieza a sonar por lo que ambas miramos la cama donde vemos el celular de Ariadna con la pantalla encendida y el nombre de Elías en la pantalla esperando a que le contestaran. —¿Se lo llevas tú?