VIII

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A la mañana siguiente, cuando llegaba al trabajo, vi autos de policía y una cinta amarilla ancha alrededor del área. Furgonetas de medios y reporteros de televisión llenaron la premisa.

¿Qué diablos pasó aquí?.

El sol irradiaba con fuerza.

Busqué mis gafas de sol y me las puse, de esa manera nadie descubriría a quién estaba mirando.

Levanté la vista hacia la ventana del problema, Jennie estaba mirándome fijamente, sonrió y saludó.

No me moleste en devolverle el saludo.

Estaba de vuelta en su antigua habitación.

Me acerque lentamente hacia la entrada.

Sana parecía estar estresada y hablando con un policía que estaba escribiendo algo en una libreta, mientras su compañero tomaba un café.

Entré al edificio del hospital para encontrar a todas las enfermeras siendo interrogados. Un grupo de personas habian abarrotado el ascensor así que decidí tomar las escaleras.

Subí dos a la vez cuando Changbin casi se estrella contra mí en el tercer nivel. Agarró mis hombros como si me impidiera caminar más.

Su rostro parecía como si hubiera visto un fantasma.

- Creo que es mejor que mejor que des la vuelta y salgas.

- ¿Que pasó - pregunté.

Changbin me soltó mientras caminaba cada vez más lejos.

Había fotógrafos, el flash parpadeaban con intensidad.

Vi a Taehyung hablando con los oficiales.

Su frente se arrugó en una línea de preocupación.

Me sentí mal por él, parecía que apenas descansaba y esa era una de las razones por las que nunca salía naturalmente con otros hombres.

Justo en ese momento sus ojos se estrecharon sobre mí y una línea de alivio se cruzó en su rostro.

Caminé hacia el ellos y pise una mano sobre el hombro de Taehyung.

- ¿Que está pasando?.

Él no respondió, solo siguió mirando fijamente a las personas que nos rodeaban. Era raro que Taehyung se pusiera furioso.

- ¿Esa habitación?, ¿Qué hay ahí? ¿Por qué está aquí la policía? - Pregunté.

- Lisa no lo hagas - me dijo pero era tarde.

Me aparté, caminando hacia la habitación y supe que la escena que tenía ante mis ojos me perseguiría para siempre.

Había un cuerpo colgado en el techo por una cuerda. Sus manos estaban a los lados de su cuerpo. No tenía ojos, se los habían sacado por completo. Incluso sin ojos, podía reconocer su cara.

Kai.

No había ninguna gota de sangre en la habitación. Eso hizo que la recolección de pruebas fuera más difícil.

Recordé a Kai, el ceño fruncido con el que siempre andaba por ahí.

Se ha ido.

La habitación comenzó a girar ante mis ojos.

El equipo forense estaba haciendo su trabajo, tomando muestras, escribiendo notas y charlando casualmente como si no hubiera una escena horrible.

Supongoque esto era como cualquier trabajo normal para ellos.

Mis ojos aterrizaron en la pared detrás de Kai que estaba manchada de sangre

Miré detenidamente, y me di cuenta de que no era sólo sangre pringada al azar.

𝐌𝐞𝐧𝐭𝐚𝐥 𝐀𝐬𝐲𝐥𝐮𝐦 ➙ 𝐽𝑒𝑛𝐿𝑖𝑠𝑎Where stories live. Discover now