Getting worse ↬ Norenmin [NCT]

5.

Estaba un poco ansioso, admite.

Mueve su pie insistentemente contra el suelo y suelta un siseo molesto cuando el autobús pasa por una calle empedrada.

Se siente un poco ridículo, pero aquí estaba llamando a la única persona que podía considerar amigo en China de camino a la escuela.

"Debes estar realmente desesperado de vida social, Renjun, quiero decir, ¿No podías esperar a que tus clases acabaran?"

Chista, peleando con su inner Renjun mientras su teléfono piteaba, aún conservaba el número de su amigo, pero no estaba seguro de si el otro chino lo había cambiado.

Por lo que cuando la línea fue tomada, soltó un jadeo y se atragantó.

—Uh, ¿Hola?

Golpeó su pecho obligándose a dejar de toser y carraspeó, quedándose mudo por unos momentos.

—¿Hola? Uhm... Voy a colgar.

—¡No!—gritó y tapó su boca.

La niña que estaba a su lado lo miró asustada y se alejó un poco.

"¡Oh vamos, Renjun! ¡Deja de ser tan ridículo por una vez en tu vida!"

—Eh... ¿Con quién hablo?

—Q-quiero decir, ¿Estoy hablando con Sicheng?

—Con el mismo, y será mejor que te conozca porque eso fue jodidamente aterrador.

—¡S-si! ¡Soy Renjun! Oh cielos, qué alivio—suspira, con los nervios abandonando su sistema al corroborar que seguía conservando su número de celular. —¿Me recuerdas, Sicheng-ge?

—¡Oh, Renjunnie! ¡Tanto tiempo! ¡Por supuesto que te recuerdo!—se oye un suspiro del otro lado de la línea y Renjun contiene su risita. —Pudiste empezar por decirme quien eras, aunque pedirte que comiences normalmente una conversación es mucho pedir.

—¡Hey! Me ganaron los nervios, es todo lo que puedo decir—ríe y oye también la risa contraria.

—Bien, es absolutamente agradable volver a escuchar tu voz, ha pasado un tiempo... Escuché que te mudaste a Corea, ¿cómo te está yendo, bebé? Hubiese sido genial desearte buena suerte en el momento en que pisaste el avión.

Renjun se sonroja ante el apodo. No está acostumbrado, pero su estómago cosquillea al escucharlo, siempre había admirado a Sicheng, y que lo tratase como su verdadero hermano menor sacudía furiosamente el corazón de Renjun.

Se pone cómodo en su asiento en el autobús y continúa mirando distraídamente por la ventana.

—Mejor tarde que nunca, ge, además, no me pareció buena idea contactarte tan seguido, mucho menos en estas situaciones tan molestas como lo son las mudanzas, debes estar ocupado con la universidad, ¿verdad?

—Quiero decir, lo estaba, pero siempre puedo hacerme espacio para despedir a mi didi, ¡Eso es absolutamente importante!

Renjun ríe nervioso ante el suave regaño.

—Lo siento, pero está bien, me ha ido bien en Corea, prometo estar en contacto contigo, y ya sabes, si quieres venir a Corea, las puertas de mi casa están abiertas.

—Aww, tan dulce, lo consideraré. Sabes que si alguna vez vuelves, hay alguien esperando por ti.

—Uhhm... gracias—musita tímido. —¿Y qué me cuentas, ge? Desde que entraste a la universidad no hemos podido hablar seguido, ¿Este es tu segundo año, verdad? ¿Cómo te va? ¿Qué tal todo con Yuta?