Dylan apenas había terminado la explicación a Brydon sobre Thomas. Y lo primero que dijo el genio en computación fue:
- ¿Así que te gustan los rubios?
- Ese no es el punto, y ni siquiera me gusta, sólo lo he visto dos veces.
- Y eso es lo extraño, dos veces en las que tú fuiste el más interesado en hablarle.
- No puede gustarme, apenas lo conozco.
Dylan pasaba por esa etapa llamada: negación, aunque muy en el fondo sabía que aquel rubio lo hacía sentir diferente.
- Además -continuó O'Brien- es tu turno de explicar como carajos supiste que Tommy me llamó.
- Y también lo llamas Tommy. No te parece sospechoso.
- No intentes evadir el tema.
Brydon suspiró. «Debo aprender a mantener la boca cerrada» pensó.
- Bien, te diré como lo supe -se cruzó de brazos- Yo... hice un programa que me dice quién llama a tu celular y a qué hora.
- ¿¡Que hiciste qué!? -dijo Dyl, aunque su amigo siguió hablando.
- Todavía tengo que perfeccionarlo para poder interceptar la llamada, pero funciona bastante bien.
- ¿Por qué demonios me vigilas?
- Solo son experimentos que pueden ayudar, además, así evitamos que te metas en problemas.
Hasta ese momento, Brydon siempre le había parecido cuerdo a Dylan, y claramente con lo acontecido, ahora lo veía como un científico loco; no es para tanto, pero aún así.
- Estás demente, Brydon.
- Claro, a ti te gusta un chico que apenas conoces y yo soy el demente.
- Entiende que no me gusta.
- Esta bien, no te juzgaré hasta averlo visto contigo.
- Buena esa.
- Por cierto, tengo buenas noticias.
Dylan no pudo contestar a eso, ya que su celular comenzó a vibrar.
/ / / /
Thomas sentía las lágrimas recorriendo sus mejillas. ¿Qué sucedió aquí? ¿Dónde están sus amigos? ¿Los habrán encontrado?
Muchas preguntas surcaban la mente del chico, y lo atormentaban.
Pasó la mirada por el lugar. Algunas chispas saltaban de los cables de luz y de los monitores rotos. En las paredes había rastros color fiusha neón, fue Fech. El sofá estaba algo carbonizado, obra de Delsin y los poderes de humo. Pero lo que más le dolió al rubio, fue ver unas gafas en la silla de escritorio; sin duda eran las de Eugene.
Quería gritar, pero lo escucharían. Quería mandar todo a la mierda, pero le costaría levantarse. Quería golpear algo, pero llamaría la atención. Quería ayudar a sus amigos, pero no sabía dónde estaban.
Estaba por perder el control, así como aquella vez en Florida cuando el DUP acabó con la vida de su hermana. Su ira era tanta, que terminó asesinando a personas inocentes, sin estar muy consiente de ello. Sin embargo, logró calmarse, no conseguiría nada destruyendo todo; era hora de hacer un plan, y es bueno que se le dieran, necesita uno bueno.
Pero también necesita ayuda, no tiene dónde quedarse, no conoce la ciudad, no tiene dinero. Necesita apoyo, y solo conoce a otra persona más por aquí.
/ / / /
Dylan estaba tan preocupado por la voz llorosa de Thomas, que no prestó atención en el pequeño aparato que tenía Brydon, que se encendió en cuanto entró la llamada del rubio.
- ¿Qué sucede, Tommy?
- Todo esta mal, Dyl -era un susurro apenas perceptible.
- ¿Dónde estás?
- No estoy muy seguro, no conozco el lugar.
O'Brien estaba más preocupado. ¿Y si algo le pasaba a Thomas? ¿Y si ya no lo volvía a ver?
- ¿Crees que puedas tomar un taxi que te lleve a la librería publica en la 4a y Madison?
- No tengo dinero, Dyl.
- Estaré ahí para cuando llegues -comenzó a caminar rápidamente- y yo pagaré.
- Está bien.
- Ten mucho cuidado, Tommy.
/ / / /
Esa desaparición misteriosa de los amigos de Thomas, fue el pie para que todo diera un giro. Nada sería igual, nada; pero tampoco sabían lo mucho que cambiaría.
Perdonen, perdonen. Mi internet se puso de idiota y no podía subir el capítulo hasta ahora.
Chero Eaton SMHP
PD. Les recomiendo el libro de "Ciudades de Papel" de John Green o como yo lo llamo Juan Verde xD
PD2. Sigue la condición.

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Mi brillo lo causas tú (Dylmas) |EDITANDO|
FanfictionEste Fanfic utiliza parte de la historia del videojuego In Famous, por lo tanto puede contener algunos spoilers. Thomas no es una persona normal. Dylan odia a ese tipo de personas. A Thomas le han arrebatado todo, pero sigue luchando. A Dylan le han...