Mi brillo lo causas tú (Dylmas) |EDITANDO|

Capítulo 1

Toda persona tiene defectos, y cualquiera que dice amarte tiene que lidiar con ellos. Bueno, pues para Thomas, su familia lo tenía muy presente.

No sabía si era correcto considerarlo un defecto, su mamá lo llamaba bendición, pero muchas veces lo veía como un error en él.

Simplemente trataba de verlo como algo que no lo hacía normal.

- ¡Vamos, Thomas! -dijo su amigo, quien siempre traía una gorra de tela con las que identifican a los rufianes.

- No estoy de humor -contestó el rubio.

- Pues no dejaré que te quedes de amargado aquí -insistió la chica de cabello morado brillante.

- Fech. Delsin. No iré -concluyó Thomas.

- Por favor, incluso Eugene irá -insistió Delsin.

- ¡Hey! -se quejó el menor.

El grupo de amigos de Thomas, había planeado una expedición a Seatle. Para nadie era un buen lugar, traía malos recuerdos; pero tenían un presentimiento de que algo malo sucedería, incluso Thomas lo tenía, aunque no lo iba a aceptar.

- Ese lugar está infestado por el DUP, dudo que tengan un plan para pasar por el chequeo de la entrada.

- Mira, Tom -le dijo la única chica del grupo- , somos suficientes y veloces para escapar y perdernos en la multitud antes de que se den cuenta de que cuatro Conductores han cruzado en la jodida ciudad.

En eso llevaba razón, mientras Delsin no utilizara el poder de concreto o de humo, que son los más lentos y llamativos, podrían cruzar con facilidad.

- ¿Qué otra cosa tienen para convencerme?

- ¿Podrás curiosear en las calles? -ni el mismo Eugene se la creía.

El rubio negó con la cabeza.

- Podrías encontar a alguien para acostarte ahí -comentó muy seguro Delsin.

De todos, el que tenía la mente más depravada era el grafitero, Delsin, no cabía duda.

- O podrías solo divertirte con tus amigos -opinó Fech.

Cuando se lo proponía, la chica podía ser más relajada; pero eso lo había logrado hasta hace algunos años, antes sus sentientos eran incontrolables.

- Iré -dijo Thomas- , pero sólo porque su sentido de la persuasión apesta.

Parecería que a nadie le importó el último comentario, con tal de que fueran todos, estaban bien.

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No hubo mucho camino por recorrer hasta Seatle. Ya solo los separaba el punto de chequeo del DUP y un puente desmantelado.

- ¿Quieren hacer una carrera?

- Aún estás molesto de que una chica te haya ganado la última vez, Eugene -se burló Fech.

- ¿Lo haremos o no?

Thomas no era un amante de las carreras, pero sí de moverse rápido y esa era una de las ventajas de su poder.

- Hagámoslo. Pero primero... -Delsin tomó la mano de Eugene para absorber el poder de video.

Todos se posicionaron en las líneas que solían estar marcadas para que los peatones pasaran. Cada uno destellaba con el color según el poder: Eugene y Delsin azul con el poder de video, Fech una especie de fiusha brillante con el poder de neón, Thomas, aunque también tenía el poder de neón, por alguna razón los colores cambiaban constantemente y para esta ocasión era un anaranjado brillante.