Mi brillo lo causas tú (Dylmas) |EDITANDO|

Capítulo 36

Días de preparación, necesitaron cinco y durante estos, más movimiento encubierto dentro del DUP por parte de Dylan y de Brydon. Ambos se mantenían al tanto de lo que planeaban y O'Brien podía sentir que estaba cerca de ganarse la confianza de la directora Augutine. Incluso cuando estuvo triste con todo el asunto de Sangster, seguía intentando sin darse cuenta, y les sería de mucha ayuda con lo que van a hacer.

Mientras tanto, Theo y Thomas se la pasaban entrenando para la batalla, generalmente destruían puntos de control y buscaban esas cajas que les brindaban más poderes; cuando no encontraban oportunidad para ello, simplemente se iban a una zona alejada y practicaban.

Por su parte, Shai y Jo se encargaban de mantener al tanto a los Conductores sobre las patrullas del DUP -con ayuda de las cámaras de seguridad de la ciudad que Brydon logró hackear-; aunque destruirlas sería fácil, así sería más posible que algún civil resultara herido y digamos que los Conductores aún no tienen una buena reputación en la ciudad.

Todo iba de acuerdo a lo que Thomas planeó, y por eso, esa misma noche irían a Curdun Cay y sacarían a los amigos de Thomas, al igual que todos los Conductores; además, destruirían cualquier archivo o todo lo que tenga que ver con los experimentos.

- Iré por ustedes -susurró Thomas con las gafas de Eugene en la mano.

Lo prometió en cuanto se los arrebataron y ahora estaba listo para cumplir. Haría cualquier cosa para que aquello que ama no estén bajo las garras del DUP.

El viento sopló e hizo que algunos de sus cabellos se alborotaran, pero aquella brisa le dio fuerza y esperanza; la naturaleza suele hacer eso en nosotros, nos recuerda que hay calma y que no todo es tan malo, sin mencionar que hay cosas que el hombre no puede evitar, cosas que pasan naturalmente.

Con la imagen de sus amigos en la mente, Thomas absorbió todo el neón del cartel más grande de Seattle. Hoy necesitaría toda la energía posible.

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Dylan lo había logrado, hoy habló con la directora Augutine y le dieron la noticia de que sería entrenado para ser el siguiente líder del DUP. Se sentía orgulloso de lo que había logrado, pero no por el hecho de que alcanzó la meta que sus padres le trazaron, sino porque mantuvo viva su creencia en Thomas y consiguió algo que les serviría en su plan.

Ya quería llegar a casa y contarle a Tommy, sí, desde que el rubio volvió, se ha quedado en el departamento de su novio.

Sacó sus llaves y abrió. Al parecer aún no había nadie, al menos eso le pareció hasta que escuchó un ruido en la habitación; pero no se escuchaba como un ruido normal... Caminó cautelosamente hasta la su cuarto, sacando el arma que siempre oculta bajo la mesita de noche en la sala. Su pulso se elevaba a cada paso y sus manos comenzaron a sudar, estaba a lado de la puerta. Respiró hondo y entró apuntado firmemente el arma.

- ¡Wow! Solo soy yo, Dyl -dijo el rubio levantando las manos.

Dylan soltó un suspiro y bajó el arma.

- ¡Demonios! Me diste un buen susto.

- Perdón, no era mi intención -Sangster se acercó a O'Brien.

El morocho observó con más detalle y se dio cuenta del por qué escuchó algo extraño, Thomas había entrado por la ventana.

- ¿De qué sirve que te de un juego de llaves si siguiese entrando así?

- Es que es más divertido.

Thomas colocó sus brazos alrededor del cuello de su amado, y este último, le rodeó la cintura. Brodie se inclinó un poco y besó a Dylan, sintiendo que la ausencia de aquellos labios rozados desaparecía.