Las grandes manos de Seokjin acariciaban el delicado rostro de Levana, quien aún permanecía dormida. Él no sabía cuánto sentía por ella, hasta esta noche que consumaron su amor.
Aún con todo eso, en el corazón de Jin se había instalado un sentimiento de enorme culpa y dolor por aquello que había sucedido. ¿Qué clase de hombre hace eso? Cubrió el cuerpo aún desnudo de Levana, notando aquella cicatriz en su pecho. Ella era una guerrera; Levana había ganado muchas batallas. La admiraba, él la quería de verdad, pero aun así, y con todo aquello, no sería él quien estuviera a su lado, y dolía; era un sentimiento abrumador.
El sol entró por la ventana, despertando a Levana, quien aún se encontraba dormida y cansada.Se incorporó en su cama para darse cuenta de que SeokJin ya no se encontraba ahí. Era natural; él trabajaba. Además, no deseaba que Hoseok descubriera lo que había pasado entre ellos.
Con enorme entusiasmo y felicidad, se preparó para su día; era al fin su cumpleaños, al fin sus quince años. Ella podría casarse, tenía la edad que su hermano le había dicho que era la correcta. A pesar de aquellas épocas donde las aldeanas se casaban apenas tenían catorce años, Hoseok pensaba diferente y no daría en matrimonio a su hermana menor, no siendo una niña, ni mucho menos a cualquiera. Él anhelaba que Levana se casara con alguno de ellos, pero sin duda su favorito sería siempre su gran amigo Min Yoongi, algo que a Yoongi incomodaba tanto como a ella, ya que ambos no eran tan cercanos.
El día apenas empezaba y Levana ya había arrasado con todos a su paso con su inagotable energía. Ella, igual que Hoseok, era una chica positiva y muy energética. Ya había reclamado el regalo y abrazo de todos, excepto el de Jin; no se encontraba en casa. Además, ella no sabía cómo mirarlo sin estar nerviosa o asustada. Quería verlo y decirle lo feliz que era, pero aún le asustaba.
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Promesa de muerte |ᵇᵃⁿᵍᵗᵃⁿ ᵒᵗ7
Fanfiction"ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ ᴅᴇ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ" ¿Nací maldita? ¿Por qué todo lo que amo se marchita? ¿Pedí acaso ser lo que soy? ¡Dios! Tú que perdonas todos los pecados, perdóname, perdona a tu sierva manchada de sangre, perdona lo rojo de mi ser, porque no puedo evitar ser q...