"ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ ᴅᴇ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ"
¿Nací maldita? ¿Por qué todo lo que amo se marchita? ¿Pedí acaso ser lo que soy? ¡Dios! Tú que perdonas todos los pecados, perdóname, perdona a tu sierva manchada de sangre, perdona lo rojo de mi ser, porque no puedo evitar ser q...
⚠️ Advertencia. Antes de que empieces a leer, este capítulo contiene una escena fuerte y aclaro que jamás estaré de acuerdo con lo escrito aquí. No es algo normal y quienes han sufrido este tipo de agresión tienen todo mi respeto y admiración por superar algo así.
Lo descrito en la escena no tiene absolutamente NADA que ver con el artista; recordemos que todo es ficticio. Se recomienda discreción.🔞 ⚠️
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Al pasar los meses de aquella situación que estaba envolviendo a Levana, poco a poco fue disminuyendo; su furia fue cesando y, en su lugar, se instaló una tristeza en su corazón y mucha decepción por sí misma.
Cada día era más consciente de lo que había vivido; cada vez la culpa la consumía más y más. ¿Qué pasaría si Yoongi se enterara? No lo permitiría. Ella cuidaría a toda costa que aquel joven pálido jamás se sintiera lastimado por su culpa. No era capaz de herirlo de ninguna manera; ella lo quería. Estos días y noches a su lado eran aún más especiales. Yoongi se miraba serio y parecía frío, pero en realidad era una persona cálida que, una vez confiara en ti, te llenaría de cariño y atenciones, justo como lo estaba haciendo con Levana.
—Levana, ¿te gusta?
Yoongi extendía una rosa roja para Levana, cortada por sus propias manos de aquel frondoso jardín trasero de la casona. Levana la tomó con una gran sonrisa en el rostro, agradeciendo a Yoongi por su detalle.
—¡Me gusta! A decir verdad, son mis flores preferidas.
Ambos estaban sentados en el pasto, observando el atardecer.
—¡Te extrañaré! Este tiempo que te marches, te voy a echar de menos, Min.
Al ser guerreros del rey, había ocasiones en que salían por ciertas misiones, las cuales nunca le decían a Levana.
—¿Lo dices en serio?
Levana lo miró entrecerrando los ojos.
—¿Lo estás dudando?
—No es eso, es solo que... —Le dio una sonrisa de medio lado— ¿No estás decepcionada?
Ella lo miró incrédula.
—¿De qué?
—¡De mí! De que sea yo tu prometido.
Levana se levantó de inmediato, con una clara expresión de molestia en su rostro.
—¿Estás loco? No te atrevas a pensar eso.
Yoongi imitó el acto y se puso a la altura de Levana.
—¿Tú me quieres?
Preguntó, acercándose a ella. Los nervios crecían dentro del vientre de la pelirroja.
—¡Sí!
Contestó, segura.
—Pero no estás enamorada de mí.
Aquellas palabras quedaron en el aire por unos instantes.
