⛓️ Una promesa, una verdad ⛓️

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La mañana había llegado, pero Levana no pudo siquiera dormir un poco; simplemente se sumergió en aquel río de agua clara. No le importó la hora ni el frío de la madrugada. Levana solo permaneció dentro del agua, en silencio, sintiéndose tan derrotada. ¿Cómo era posible que le pasaran cosas tan dolorosas? ¿Qué tipo de pecado estaba pagando? No entendía nada, seguía en su mundo, encerrada en su propia desdicha.

Después de un tiempo, ya había salido del agua, pero permaneció sentada junto al río, solo pensando, solo mirando el agua correr, sin intención de nada, solo estar ahí, hundiéndose en la miseria. No fue hasta que las tropeladas de un caballo la sacaron de su pensamiento.

 No fue hasta que las tropeladas de un caballo la sacaron de su pensamiento

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—Pero Levana, ¿qué haces aquí? ¿Estás... bien? —Yoongi mostraba solo el rostro de la preocupación al mirar en el suelo a Levana, mojada y perdida. No sabía qué estaba pasando, pero su corazón le palpitó con fiereza al verla en ese estado. —¿Levana?

La pelirroja limpió unas silenciosas lágrimas antes de atreverse a mirarlo a la cara y luego fingió una sonrisa.

—Perdón, es que necesitaba bañarme.

—¿Por qué aquí? Y a esta hora, apenas está amaneciendo y es peligroso.

Levana sintió náuseas solo de escuchar aquello. Si Yoongi supiera, si él lo supiera, que el peligro estaba en casa, adentro, justo donde todos estaban juntos, si él lo supiera.

—No debí hacerlo, no volverá a pasar.

Sonrió y se levantó del suelo para ir al lado de Yoongi.

—Vamos, te ayudaré a subir. En unas horas más tendremos que partir a la aldea vecina y sabes que estaremos fuera por cinco días.

—Lo sé...

Lo dijo apenas en un sollozo y lo abrazó, lo abrazó con fuerza, hundiendo su delicado rostro en su pecho. Yoongi seguía sintiendo ese malestar, esa corazonada de que algo no estaba bien. La tomó del rostro para hacer que lo mirara a los ojos.

—¿Estás bien? —preguntó serio—. Sabes que puedes confiar en mí.

Y ella quería decírselo, quería gritárselo a la cara lo que Namjoon le había hecho, pero... era verdad, no haría una tragedia de eso, no pondría la vida de quienes amaba en las manos de un miserable como Namjoon, no le daría ese gusto de hundirla más. Así que solo lo besó, tomó la cara de Yoongi entre sus manos y lo besó para tranquilizar sus nervios.

—¡Lo sé! Es solo que te extrañaré mucho.

Yoongi, no tan convencido, le sonrió y, antes de subirla al caballo, metió sus manos en el bolso del pantalón. De pronto, giró hacia Levana para hablarle.

—Iba a hacer esto cuando volviera, pero...

Sacó un pañuelo de seda y en él tenía envuelto un hermoso anillo con piedras preciosas. Lo más llamativo era aquella piedra del medio, que era roja, quizá muy parecida al collar que le había regalado SeokJin.

PROMESA DE MUERTE |ᵇᵃⁿᵍᵗᵃⁿ ᵒᵗ7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora