Cap 23

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Daniela miro tras ella esperando ver a su hijo dormir a su lado pero Milo no estaba alli. Miro el reloj que marcaban las 9 de la mañana del sábado. La noche anterior había llegado a casa de sus padres alrededor de las 10 de la noche, había estado tan cansada tanto físicamente como sentimentalmente que había decidido irse a dormir y evitar contestar las preguntas que su padre le había estado haciendo apenas llego.

Sin embargo mientras se iba a dormir había escuchado a su madre contarle la mayor parte de la historia, su padre había actuado tan molesto que incluso lo escucho maldecir. Cosa que solo hacia cuando de verdad se molestaba.

No lo culpaba, su hija dorada se había casado y había fracasado en el matrimonio, una de las cosas más sagradas para sus padres, "familia, matrimonio, lealtad, honestidad y amor". Como varios padres, sus padres la ayudaron a desarrollar al máximo sus habilidades, la educaron con valores y la enseñaron a ser la mejor mujer posible. Y prácticamente había cometido varios pecados para la religión que su papá y mamá seguían. Así que ya podría imaginar la reacción de su padre cuando se enteró del divorcio.

Pipe había tenido la fortuna de al menos ser uno de los favoritos de su padre, a diferencia de los cientos de novios que su hermana menor había estado llevando, Pipe y en su tiempo Majo, a pesar de ser una mujer se gano el corazón de ellos.

Ya podía verlo, podía imaginar el rostro interrogante y molesto de su padre. Siempre fue un padre amoroso pero a la hora de educar, fue estricto.

Una sonrisa se asomó en el rostro de Daniela mientras se encontraba bajando las escaleras seguidas por el dulce aroma del café y el desayuno recién hecho. Había extrañado esto, y una parte de ella lo haría siempre. Es diferente ser el hijo o hija que baja por los desayunos a ser la mamá quien esta abajo preparándolo. Estaba segura que su pequeño ya se encontraba sentado frente un rico plato de hot cakes recién hechos juntó a su abuelo. Pero se sorprendió cuando no fue así, y en su lugar sólo estaba su mamá tarareando una canción y preparando algo junto la estufa-

-Ya entiendo porque los extrañaba tanto- murmuro Daniela entrando a la cocina con una sonrisa que se amplió cuando su madre se giró al escucharla- ya puedo saborearme ese omelet-

- justo como te gusta linda- continuó su madre mientras Daniela depositaba un beso en su mejilla y estiraba la mano para tomar un pan tostado- el café está a su punto-

-Daniela hizo una mueca- hoy no mamá. Hay chocolate?-

-Por supuesto. Puse un poco para Milo para que desayunara- le sonrió-

-donde esta?- pregunto curiosa sirviendo un vaso-

--Tu padre decidió llevarlo con él al partido de béisbol de los amigos de tu padre. Te conté que hicieron un pequeño equipo?- Daniela sonrió asintiendo- quisieron llevarte pero Milo prácticamente nos ordeno dejarte dormir- la miro preocupante- dice que no has dormir muy bien, es cierto?-

-Daniela bajo la vista apenada de que su hijo sospechara sus problemas- si, un poco-

Escucho a su madre suspirar, estaba segura que estaba ansiosa por saber toda la historia como tal, sabía que había alguien más que estuvo viendo, sabía que las cosas con Pipe se había puesto de mal en peor y que en más de una ocasión se atrevió a lastimarla, sabía de Manuela pero no sabía cuán importante era Poché para ella- -

-- bueno, que te a hecho esta mujer que aún te sigue afectando?- suspiro cansada mientras Daniela se cruzaba de brazos sentándose frente a la mesa con la vista baja buscando no perderse en sus pensamientos. Maldición, la espero... Quiso esperarla y no llego. El sobre.

Amor prohibido (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora