🌸40:Final🌸

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Las bonitas historias de amor que Jimin leía no tenían ningún punto de comparación con la propia. Después de un largo año en que comprobaba día a día que la vida real era mil veces mejor que lo que se narraba en la ficción.

Tenia miles de ejemplos, pero el más reciente y su ultimo favorito fue su aniversario de un año de novios; Yoongi había preparado un picnic en el patio trasero de su casa durante la noche, pero, para empezar, había quemado la carne, y no cualquier filete, era un bendito filete muy costoso desde su punto de vista. Sino fuera poco, sus manos temblorosas manos habían derramado el vino sobre la manta. En resumidas cuentas, habían terminado comiendo pizza en su habitación mientras lo consolaba y le repetía lo mucho que lo amaba.

Había disfrutado mucho ese día, pese a que tuvo que pasar casi tres horas convenciendo a su novio que era el mejor del mundo y que un filete de carne no define el amor que le tenía.

Hace pocos meses Yoongi se había graduado del Instituto, y Jimin había llorado mucho porque él aun tenia que permanecer seis malditos meses más ahí.

Yoongi era alguien inteligente, demasiado, a decir verdad, bueno en deportes y amable, y, aun así, los malos comentarios y miradas groseras persistieron hasta el ultimo segundo que pisaba esa maldita escuela. Pudieron soportarlo juntos, porque eran el soporte del otro.

Las sudaderas en tiempos calurosos habían quedado atrás y las cicatrices en sus muñecas estaban casi invisibles ahora, así que el rumor de los tatuajes terminó después de tres largos años.

El tiempo había pasado tan rápido, tan fuerte y tan lindo a la vez.

Sentía su vida pasar frente a sus ojos, pero sabía que, si se mantenía junto a las personas que hoy en día tanto lo amaban, todo estaría bien.

—Eso, respira —masajeaba los hombros de pelinegro con algo de fuerza—. Tú puedes amor, eres muy inteligente, capaz, tu vas a lograrlo —el rubio estaba de rodillas en la orilla de cama mientras Yoongi yacía sentado en la silla de su escritorio a punto de presentar gastritis.

—Yo puedo —repitió.

—Si, repítelo, tu puedes —soltó los hombros de su pareja para tomar la silla y girarlo hacia él—. No estes nervioso cielo, pasaras ese examen, estoy seguro —Yoongi lo miró unos segundos antes de inclinarse y depositar un corto y tierno beso en sus pomposos labios.

—Gracias cariño —tomó su mano y dio un apretón antes de levantarse de su lugar—. Es hora —Jimin también se levantó de su lugar y le acompañó escaleras abajo.

—Cuando dijiste que le querías dar algo de suerte a Yoongi, no pensé que se tardaran tanto —Taehyung alzó las cejas con una mirada picara y sugestiva—. Para la próxima que sea solo una ronda, lo harás llegar tarde al examen —Jimin le dio un golpe a su mejor en el hombro antes que este se desatara en carcajadas.

Puede que hace meses atrás, esa conexión con Yoongi simplemente explotara y comenzaran una vida sexual bastante activa, su error fue contarle a Taehyung. Seguía vengándose por esa vez de hace un año.

—Vámonos ya —Dong jaló un poco el brazo de su hijo para guiarlo a la puerta, era momento de irse a rendir su examen de admisión.

—Te amo, tu puedes —animó por ultima vez antes de darle paso a sus propios padres y cuñada que también querían desearle buena suerte.

Se había esforzado mucho para conseguir su intento en la facultad de derecho, y todos sabían que él se lo merecía.

—Vamos, ayúdame con su pastel —la puerta se cerró y su padre lo llevó a la cocina cuando su mirada aún seguía fija en la puerta—. Le irá bien, no te preocupes —asintió y siguió al mayor hacia la cocina, más específicamente a la barra donde preparaba un pastel de chocolate para Yoongi.

El Chico Que Me Gusta [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora