Treinta minutos antes de que golpeara...
John Gilbert apareció en la residencia de Isobel después de recibir una llamada de la vampira. Estacionando su coche al lado del de ella, entró a la casa cuando Cherie le permitió el acceso, notando las maletas en la entrada mientras caminaba hacia el salón.
"Veo que estás empacando. Esa es una buena señal".
Isobel se sentó en el sofá, mirando por las grandes puertas vidriadas hacia el jardín trasero. Ella sonrió y se puso de pie. "No pasará mucho tiempo".
"¿Conseguiste la pieza que faltaba? ¿Dónde está?"
"Todavía no lo tengo," frunció el ceño irritada.
John frunció el ceño. "Entonces, ¿por qué me llamaste aquí?"
Ella le indicó que la siguiera al comedor. "Porque tengo la siguiente mejor opción".
Curioso, John lo siguió y entró en la habitación. Titubea, deteniéndose en seco en la entrada, sin querer creer lo que estaba presenciando.
Sentado en una silla estaba un chico de cabello castaño. Respira entrecortadamente, porque a pesar de que la cabeza del chico estaba inclinada y no podía ver su rostro, su conciencia ya sabía quién era. Sin embargo, otra parte de él suplicaba que no fuera real.
Preparándose, sus ojos revolotearon con ansiedad hacia Cherie y Frank parados a cada lado del niño mientras él daba pasos lentos y cautelosos a través de la habitación, deteniéndose cuando estaba frente a ellos. Las manos temblorosas de John se encuentran debajo de la barbilla del niño y se inclinan hacia arriba.
Jadea, mirando el rostro inconsciente de Jeremy, la mirada va de sus ojos cerrados a la herida ensangrentada en su frente, las ataduras aseguran sus manos y pies a la silla, y finalmente descansa sobre la mordaza atada a su boca agrietada.
John traga con dificultad, mueve las manos y coloca dos dedos contra el cuello de Jeremy, comprobando el pulso. Una ráfaga de aliento se expulsa al sentir el latido del corazón lento y constante.
Bajando suavemente la cabeza de Jeremy, se gira hacia Isobel, que se había quedado observando la escena en la entrada. "¿Qué diablos has hecho?" Él exige.
Isobel sonrió, satisfecha con su expresión. "Conseguir lo que quiero".
"Sí, pero él es mi sobrino, y lo vas a dejar ir en este mismo segundo" exclamó John.
"Ese llamativo anillo en tu dedo se sale" regañó ella.
"Vamos, Isobel. Te conozco, ¿de acuerdo? No puedes lastimar a un niño", dijo, instándola a que lo escuchara. "Tienes suerte de que esté vivo."
"Estaba bastante impresionada. El niño peleó bien. Le concedo eso", Isobel miró fijamente a los ojos de John y se rió entre dientes. "Sin embargo, si no obtengo el invento, lo mataré para demostrar que estás equivocado".
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Darcella: Abeyance || D.S & S.S ||
Hayran KurguSuspensión /əˈblɪvɪən/ acostado en suspenso en un estado de letargo. - El estado de suspensión o ralentización de las funciones físicas normales durante un período de tiempo; sueño profundo. ------------------------ Darcella se convirtió en Darcy Gi...