Capítulo 9

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Hermanos

Mikaela.

Camino por los pasillos yendo hacía  el área médica de la Central, es raro que esté por aquí.

No me gustan los hospitales.

Me dirijo a la recepción.

—Necesito saber quién atendió a Cristina Bell hace una semana.

—¿Trae alguna orden?

—Si.

Extiendo la hoja.

—No me digas. ¿Mikaela?

Voltee y.....

—Sebastián Klein, no puede ser —esbozo un sonrisa y me acerco a él—.

—Por dios, siento que ha pasado una eternidad desde que te vi por última vez.

—Solo dos años, no es nada.

Sebastián Klein es el mejor médico militar del Reino, es parte del equipo médico del Cuartel y nos conocemos desde que entré al ejército.

—Te vez increíble.

—Gracias, tú también, ni parece que tuvieras 33 años.

—Es una ventaja.

—Una muy buena.

—Y dime ¿Qué haces aquí? Nunca estás aquí a menos de que sean emergencias.

—Es que estoy investigando un caso y la chica de este fue atendida aquí, venía a buscar al médico que la atendió.

—Dime el nombre y te puedo ayudar.

—Cristina Bell.

—Oh, si, yo la atendí, pero vamos a mi oficina y te daré el informe ¿Traes la orden?

—Si —se la entrego—.

—Vamos.

Nos dirigimos hacia su oficina.

—Normalmente tengo los informes cercanos aquí, Cristina Bell...—comienza a buscar entre la pila de carpetas— Aquí está, toma —me la entrega—.

—Gracias.

—¿A qué vino la repentina búsqueda de las pruebas?

—La chica los demandó con todo y pruebas, y aún así se las negaron y no arrestaron a los imbéciles.

—Oh, ya entiendo todo. Voy a rehacer las pruebas para que se muestre que esos chicos estuvieron implicados y que además son los abusadores. Tenemos un nuevo sistema que puede identificarlos sin fallas, así que no tendrán escapatoria.

—Gracias Doctor Klein.

—Tengo que volver a la acción, pero te acompañaré a la salida.

—Gracias.

Salimos de la oficina.

—¿Y cómo te fue en Inglaterra?

—Muy bien.

—¿Conociste a alguna chica?

Un leve rubor se hizo presente en su rostro. Definitivamente, había una chica.

—No puedo mentir porque lo sabrías al instante.

—¿Y quién es?

—Es una inglesa, su nombre es Elaine, es simplemente.... Maravillosa....

—Oh, me alegra que hayas conocido a alguien.

—Si... —lo que era una sonrisa ahora era tristeza levemente notoria en su rostro— han pasado cuatro años desde que no la veo, y ya no tengo esperanza de volver a verla.

𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐓𝐑𝐄́𝐁𝐎𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora