Capítulo 13

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"Todos somos ángeles y demonios,  incluso un poco humanos"
—Ron Israel.

La Traición.

Narrador Omnisciente

Mientras Yami entraba a la sede del Boss, estaba en medio de una llamada con Ivanna sobre los planes de un viaje que iban a tener a inicios del otro año, subío las escaleras para ir a la oficina de Julius y... Ahí la vio.

Mikaela.

Iba bajando las escaleras y llevaba puesto un traje verde y reconoció el collar que llevaba en el cuello, la serpiente de Cartier que le había regalado en su primer misión.

Se detuvo frente a él, pero pasó de largo y colgó la llamada sin despedirse para seguirla.

—Mikaela.

Lo ignoró pero la detuvo tomándola del brazo y volteandola hacia él.

—¿Donde estuviste todo el mes pasado?

—No tiene porque importarte donde estoy o no.

Trató de irse pero se puso frente a ella quitándole el paso.

—Me importa, por eso te pregunto. Oye, el día de la cita yo ya lo tenia planeado.

Lo detuvo y se quitó los lentes que cubrían sus ojos.... Estaba diferente, mucho y Yami tardó en descubrir que era, hasta que noto el cambio físico que tuvo, no se veía cansada, ni exhausta, no había rastro de ojeras, sólo un bonito y delicado rostro.

—No necesito tus explicaciones.

—Pero voy a dartelas y las vas a escuchar. Nunca fue para llenar un vacío como tú lo crees, había planeado esa cita días antes y un día antes Ivanna me llamó preguntando si tenía planes al siguiente día y yo le dije que si, ella ya había reservado una cena pero le dije que no podía, ella supuestamente la canceló y yo fui contigo como y como tenia libre iba a llevarte a esa feria pero ella me llamó cuando salimos del restaurante porque era importante y fui a la cena pero, después fui a buscarte. Y ya no estabas.

—Y aún así fueras a buscarme te hubiera evitado a toda costa.

—No quise ofenderte ni hacerte sentir como el relleno, porque no lo eres. Iba a decirte que te llevaría a la feria pero estabas enojada y te fuiste.

—Tenía derecho de hacerlo —se zafó bruscamente—.

—Si, lo sé, si quieres odiame, gritame e insultame.

—No perderé mi tiempo en eso. Esto de las salidas y de las cenas es demasiado íntimo, solo somos socios y no debió de pasar más allá.

—¿Acaso..?

—Si, Yami. Negocios y nada más por eso me búscaste ¿no?. Tengo un contrato tanto contigo como con Julius pero de ahí no habrá más relaciones.

—¿Firmaste un contrato con Julius?

—Si, a eso me citó hoy.

Yami soltó una risa.

—Se nota que eres demasiado rencorosa, Preciosa.

—Siempre. El rencor nunca hará falta en un Brando —su sonrisa estaba cargada de veneno, sus ojos lo analizaban tal cual gato antes de atacar a su presa—.

Se quedaron viendo por largos minutos, la bestia vs la guerrera, dispuesta a matar a quien sea, guerrera con un carácter fuerte, belleza mortal, peligrosa y astuta, que si se lo propone te destruye.

Su teléfono comenzó a sonar y la hizo dar un leve respingo y Yami se río, contestó la llamada.

—Brando —dijo al ver que era un número desconocido— ¿Que? ¿César?

𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐓𝐑𝐄́𝐁𝐎𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora