marauders; one shots

𝙇𝙤𝙨 𝙢𝙪𝙘𝙝𝙖𝙘𝙝𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙙𝙖

THE BOYS IN THE STORE

THE MARAUDERS;

Una pequeña y linda niña caminaba de la mano de su madre por las mágicas calles del Callejón Diagon mientras miraba las variadas vitrinas, su hermano mayor Matthew entraba a la escuela mágica de Hogwarts este año y toda la familia estaba emocionada por el pequeño.

Matthew estaba con su padre consiguiendo sus túnicas en la tienda correspondiente, mientras ella y su madre se adelantaban a conseguir los libros que necesitaban comprar.

Llegaron al lugar y todo para la pequeña Amelia fue aún más especial. Su amor por los libros se remonta hasta el día en que encontró en la oficina de su mama un libro con la portada de una niña con una capa roja y una canasta en su mano, su libro preferido hasta el momento, desde que vio tantos dibujos lindos en aquel libro le pidió a su padre que se lo leyera una noche, y desde ahí eso se volvió tradición en cada una de sus noches.

Amelia soltó un chillido de emoción a lo que su madre soltó una pequeña risa.

― ¡Mami, mira todo esto! ― sonreía ella ― ¡Por favor, déjame ir a verlo todo! ¿Si?

Su madre se agachó a su altura y la tomó de las mejillas ― No, mi amor, no quiero que te pierdas por aquí. Tu misma lo dijiste, mira todo esto.

Su cara inmediatamente cambió ― Pero, mami , yo no me pierdo, por favor.

― Disculpe ― interrumpió la amable señora que atendía el mostrador ― Puede estar tranquila de su niña aquí, tengo unos jóvenes agradables que esta trabajando aquí, les puedo decir que cuiden de la niña mientras ella mira los libros ―le propuso

Amelia se sonrojo ante la amable señora, pues no acostumbraba a hablar con desconocidos así de repente, pero sin duda que agradecía que la señora haya tenido esa idea

Su madre hizo una mueca, como si tuviera un debate mental, pero al final se enderezó y se dirigió hacia la señora ― Creo que me tardaré bastante aquí, así que ¿puedo hablar antes con esos muchachos que usted me dice?

[ . . . ]

De repente cuatro chicos se encontraban ahí con ellas, y la madre de Amelia casi suelta una carcajada, al ver que su pequeña niña tal vez se había enamorado por primera vez de unos adolescentes.

Cuatro agradables chicos estaban allí, Sirius, un muchacho de pelo largo y rostro arrogante, Peter, un pequeño y rubio chico tímido, James, un extrovertido chico de gafas, y el que al parecer había captado la atención de su hija Amelia, Remus, un chico alto y moreno con algunas cicatrices en la cara.

― Ellos son mis muchachos, confío plenamente en ellos y estoy segura que ayudarán a la pequeña Amelia en lo que quiera ¿verdad?

Los cuatro asintieron hacia la madre de Amelia, ella suspiro y miró a su hija.

― Ya vuelvo, mi vida ― le dio un besito en la cabeza ― Cualquier cosa, si pasa algo, gritas. ¿Entiendes?

― Si, señora ― susurro Amelia con su carita sonrojada.

La madre la miro curiosa, con una sonrisa cómplice se acercó y le susurro al oído ― No les tengas miedo a unos niños bonitos, tu eres incluso más linda que ellos, ellos deberían tener miedo de ti.

[ . . . ]

La escena resulta graciosa y tierna a la vez, una pequeña de 4 años escoltada por 4 chicos que parecían gigantes al lado de ella, la pequeña Amelia caminaba pasito a pasito mirando los estantes a ver si le llamaba la atención algún libro, pero le era extremadamente intimidante tener a tantos adolescentes detrás de ella, siguiéndola como si cuidarán de un objeto precioso.