Capítulo X 🐾

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-¿Nos vas a explicar qué demonios sucedió el fin de semana? -preguntó Akkun frunciendo el ceño luego de ver a un radiante Chifuyu aparecer en el salón de clases.

El chico le sonrió sentándose a su lado, pero no dijo palabra alguna. Takemichi sacó su teléfono y le mostró la cantidad de llamadas que había realizado el sábado en la noche, cuando había desaparecido junto con Keisuke.

-Lo lamento... Es sólo que estaba algo ebrio y él me llevó a casa luego de discutir -dijo rascando su nuca.

-Eres un terrible mentiroso, Chifuyu -dijo Hakkai frunciendo el ceño -¡Tus orejas están rojas! Deja de mentirnos.

Chifuyu comenzó a reír nervioso al verse acorralado. Tuvo que admitir ante la insistencia de sus amigos la verdadera razón por la que había desaparecido.
Quedó en vergüenza cuando celebraron que por fin había dejado de ser virgen, mientras le daban palmaditas de felicitaciones en la espalda.

-Ahora que lo mencionas, deberías de decirle al pulpo ese que no te deje marcas tan visibles -comentó Hakkai tocando uno de las dos marcas moradas en su cuello -¿Sabes que podría darte una embolia por esto? Estoy seguro que lo leí en internet.

Chifuyu tomó su cuaderno de apuntes para cubrir su rostro enrojecido. Había tratado de ocultar las marcas con el maquillaje de su madre, pero todo había sido en vano pues la aguda vista de águila de Hakkai lo dejó al descubierto.

-Para evitar que a Chifuyu le de algo, cambiemos de tema -dijo Takemichi en un intento de salvar a su amigo -Esa noche se nos acercó el tipo con quién te peleaste... Venía con otros sujetos, y en verdad no sé cuál de todos ellos daba más miedo.

-¿Miedo? No dudaste ni un segundo en darle tu número al tipo bajito que se te acercó -dijo Akkun rodando los ojos.

Chifuyu tragó saliva algo nervioso luego de que Kazutora fuera mencionado por sus amigos. Después de saber sobre su obsesión con el pelilargo y de lo que era capaz de hacer por sus celos, había algo que mantenía sus alarmas encendidas en cuanto al chico del tatuaje.

-Pero supongo que también tuvo su beneficio todo esto... Resulta que dentro del grupo de amigos del psicópata tatuado estaba el amor platónico de Hakkai -dijo Takemichi dando un sorbo a una caja de jugo que sacó de su mochila.

-¡Tengo su número! Y este fin de semana lo acompañaré a comprar unas telas para un proyecto suyo... Dijo que sería un buen modelo para unos diseños de ropa que estaba elaborando -celebró Hakkai cruzándose de brazos con una expresión de superioridad.

Si se trataban del círculo de amigos de Kazutora y Keisuke, había una gran probabilidad de que se trataran de pandilleros. Pero ¿Un pandillero diseñador de moda? Tenía que verlo en persona para creerlo.

El profesor ingresó al salón interrumpiendo todo el chisme de lo que se había perdido el fin de semana luego de haberse escapado con Keisuke.

Una notificación apareció en el teléfono de Chifuyu. Era un mensaje de Keisuke.

"Estaré en la biblioteca. No me vendría mal algo de compañía"

Tecleó una rápida respuesta antes de que fuera descubierto por el profesor.

"Iré terminando mis clases".

-Pareces colegiala enamorada -susurró Akkun a su lado.





Su última clase había terminado a eso de las 16:00 horas. Se despidió de sus amigos y corrió hacia la biblioteca. Se dió ánimos para subir las malditas escaleras.
Encontró a Keisuke concentrado leyendo un gran libro. Debía admitir que sintió algo revolotear en su estómago al verlo usar unas gafas, mientras mordía el lápiz en su mano.
Se acercó lento hasta él y se sentó a su lado izquierdo después de dejar un beso tímido en su mejilla.

Escaleras [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora