Las Máscaras de Uzu (Narukarin). QHPS Naruto era traicionado por Hinata.

Capítulo VIII: El Acuario

Mientras tomaban un café, Karin comenzó a contarle a Naruto sobre sus vivencias al momento que decidió ser una ninja de Konoha.

-Comienza flashback.

Karin después de vivir tantos años con Orochimaru, casi morir a manos de Sasuke y viajar con Taka quería cambiar su vida e iniciar desde cero. Vio esta oportunidad cuando Tsunade les ofreció a los antiguos integrantes de Taka la posibilidad de vivir en Konoha y ser parte de la aldea. Tsunade les ofreció ser parte activa de una comunidad y dejar la vida de servir para los intereses particulares de alguien, ya fuera en los experimentos de Orochimaru o en la misión de venganza de Sasuke.

Fue así que con toda la esperanza de rehacer su vida, en su primer día como ninja de Konoha Karin acudió a los campos de entrenamiento de la aldea para recibir su bandana y que se le asignase un lugar donde pudiese vivir. Ese había sido un presagio de lo que sería su vida en Konoha los próximos años.

-Karin! Aquí esta tu bandana. – El encargado del puesto de vigía procedió a tirarle descortésmente su bandana, la cual cayo a sus pies y se ensucio. Karin procedió a recogerla, a pesar de la ofensa, la peli roja estaba bastante emocionada sobre lo que le preparaba el futuro. Por lo que no se sentiría mal por algo tan simple.

-Ok, gracias. – Dijo Karin con ánimo. El encargado la miro con bastante seriedad por un momento, una seña de resentimiento se reflejaba de su rostro y se formó un incómodo silencio entre los dos.

-Bueno, de nuevo gracias por la bandana. Ahora..., ¿Dónde viviré?, espero sea una zona rodeada de la naturaleza, que tenga una gran pradera y bastantes arboles...- El encargado sentado desde su escritorio se empezó a reír con una clara intención de burla.

-Mira...Uzumaki Karin- (pronuncio su nombre con un burlón desprecio), - agradezca que se le haya asignado un lugar donde vivir, yo lo considero un privilegio que no merece. No sé cuál es el motivo por el cual Tsunade-sama le permitió integrarse a la aldea..., pero métase en la cabeza que nadie en la aldea la tiene como una heroína, o inclusive como alguien que pertenece a la aldea. Tan solo es una invitada..., tienes que ganarte tu puesto como miembro de Konoha. – (Esto último lo dijo de manera lenta queriendo recalcar su punto).

-Jum, bueno tampoco esperaba la gran cosa! - Dijo Karin viendo que discutir con este tipo solo le traería dolores de cabeza.

-Esta es la dirección de su residencia. - Le extendió una hoja con una llave. – Mañana a las 6:00 am debes ir a la oficina de la Hokage. Ahora ¡largo! – Termino el encargado sin darle la opción a Karin de responder.

Karin se había desmotivado un poco con el trato que le había dado en encargado, pero dicha tristeza se vio opacada por la felicidad de tener un lugar donde pudiese vivir, salió del lugar con rumbo a la dirección escrita en el papel. Mientras caminaba hacia su destino, no se percataba de las mirabas y susurros que le daban los aldeanos, algunas de desconfianza y otras de desagrado hacia la chica.

Karin estaba feliz, ahora tendría un lugar al cual podría llamar hogar, inclusive había estado toda la mañana pensando en los muebles que compraría, los colores de las cortinas y demás cosas que quería que su casa tuviese.

Pronto llego al destino marcado en el papel. Miro el edificio frente suyo y no pudo evitar hacer una mueca de desagrado.

- ¡Esto es un basurero! Bueno, quizá el interior tenga un mejor aspecto. – Dijo Karin disminuyendo rápidamente la ilusión que tuvo en el trayecto.

Karin subió rápidamente las escaleras exteriores del edificio en busca de su nuevo hogar. Al llegar vio que había dos puertas. Karin miro de nuevo su papel y este indicaba que su apartamento era el número 302, por lo que procedió a abrir la puerta del apartamento con su número. Momentos después tuvo que salir tosiendo del departamento, todo estaba lleno de polvo. Después de recuperarse Karin volvió a entrar y pudo ver el apartamento en toda su gloria. Los muebles eran una total chatarra, el baño estaba sucio y no tenía agua, las habitaciones no tenían luz y todo el lugar estaba adornado por una capa de polvo y telarañas, e inclusivo juro ver alguna que otra rata huir despavorida de la cocina