la mariposa de alas blancas

Capítulo 12: Mi nuevo projecto

Narra Clara:
Ahí estaba yo, incecisa por abrir o no aquella puerta cuando de su boca salieron las palabras que justo necesitaba:
- lo siento mucho, no era mi intención hacerte sentir así. Supongo que no quieres escuchar las disculpas de alguien como yo, aun así te dejo esto, espero que al menos sirva como disculpa. - Y dicho esto cogió y se fue por donde había venido.
Esperé unos minutos hasta asegurarme de que se había ido y abrí la puerta, bajo mis pies había un paquete blanco enorme, envuelto con un lazo rojo. Entré y lo dejé encima de la cama, estaba muy curiosa por saber que sería, así que no pude resistir mucho más para abrirlo.
Dentro de la caja había un uniforme exacto al mio, incluso con unos calcetines negros por las rodillas y unas zapatillas idénticas a las mias, y en medio había una pequeña nota que ponía: para usar en caso de emergencia. PD: espero que nadie vuelva a molestarte.
No podía creerlo, ¿Mike siendo amable? Todo era muy extraño, pero la verdad es que me tranquilizo el saber que él podía ser algo mas que un borde, así que decidí averiguar cosas sobre él.
Durante los próximos días todo pareció volver a la normalidad, las chicas seguían cuchicheando, Kai volvió al instituto y empezó a acompañarme tal y como lo hacia antes. Por las tardes, en las clases de repaso aprovechaba para hacerle preguntas a Mike. A él no le gustaba, pero hizo un trato conmigo: 100 días, 100 preguntas.
-¿ Y por qué tendria que aceptar? - me desafiaba con la mirada.
-¿y por qué no? - dije apollandome en el respaldo del sillon y uniendo mis manos - Es lo más logico, vivo contigo. Además ya me molestan mucho las chicas por el espectaculo que montaste, ¿ no tengo derecho a conocer mejor a mi acosador?
-vale, vale. Está bien. -dijo apollando su codo en la mesa y resoplando -acepto el trato, pero solo te permitiré 100 preguntas y tendré libertad para querer contestar o no. ¿De acuerdo?
Y así empece con mis preguntas, al principio siempre se negaba a contestar, le hacía preguntas fáciles de un si o un no pero aun así pasaba de mi, así que llegué a pensar en rendirme, hasta que un día todo cambió. Me dijo que no era justo el trato, yo obtenía información pero él no ganaba nada, por eso , acordamos hacernos las preguntas mutamente, una yo y una él. Durante muchos días estuvimos charlando, cada vez era mas divertido hablar y siempre se nos acababa el tiempo muy pronto, cada vez entendía mejor a Mike y eso me gustaba.
Amaba las clases de repaso, todos los días deseaba que sonara aquel timbre para subir las escaleras y llegar a la tutoría para ver que historia interesante me podía contar y que historia podía contar yo, pero aquel día su pregunta me dejó atonita:
- Clara, me toca preguntar -estaba nervioso, su pierna no paraba de moverse, y en su cara tenía una sonrisa que mostraba su inseguridad- por casualidad, ¿ tu y kai.... Teneis algo?
No sabia que contestar, me quede un rato pensando.
-¿kai y yo? Eso es imposible- sonreí y agaché la cabeza.
Durante todo el camino de vuelta lo estuve pensando. No es que no me gustara Kai, era muy guapo, inteligente y me hacía reir, mi corazón siempre se embalaba cuando lo veía, pero... En mi mente solo pasaba una frase: "él es demasiado bueno para ti". Al llegar a casa, ahí estaba él, esperándome en la puerta apoyado , ¿ que hacía a esas horas?
-¡clara!- empezó a mover el brazo para saludarme.
-K, kai ¿que haces aquí? -estaba muy nerviosa, justo había aparecido en el momento que menos me apetecía verle.
-es que...- se puso la mano detrás de la cabeza- mañana había quedado con un amigo para ir al cine- poco a poco su voz empezó a temblar- y me ha dejado tirado a ultima hora. ¿ te apetecería venir?
¡No podia ser posible!¿Kai me estaba invitando? Era lo que siempre había soñado, estaba super feliz, ¡una cita!
-por supuesto, cuenta conmigo - me sonrió.
A continuación estubimos hablando sobre la peli, cuando Mike apareció.
-chicos, ¿ que hacéis aquí? -su cara no tenía nada de agradable, su sonrisa de siempre había desaparecido y tan solo quedaba un mirada clavada en Kai.