Narra Clara
Había llegado el momento, era el primer día y estábamos todos en el patio del colegio, la directora, como siempre, dio un discurso para lo nuevos que entran en primero de la ESO (educación secundaria obligatoria) y luego nos dirigimos todos a la clase, empezamos a subir las escaleras, ya que los de Bachillerato estamos arriba del todo del colegio, en nuestra planta solo hay cuatro clases con pupitres y el resto de clases son laboratorios y salas de informática. Me dirigí hacia la puerta de mi clase y entré, no sabía dónde sentarme, así que cogí un sitio que sobraba, al lado de Ainoa, estábamos al final de la clase. La profesora, era rubia, algo gordita y tenía una sonrisa amable en su rostro, pensé que sería buena tutora; ella nos dio la misma charla de siempre sobre cómo sería el año, y luego nos hizo presentarnos unos a otros, hasta ese momento, no me di cuenta de la gente nueva que había.
Cada uno debía de decir su nombre, sus hobbies y algo característico de él; todo el mundo decía lo mismo, pero en particular me llamó la atención John, era un chico de intercambio, había venido desde Inglaterra y todavía no sabía muy bien español, era castaño y sus ojos eran de color verde grisáceo, y muy blanco de piel, era delgado y se veía en buena forma, parecía una persona amable y simpática, en resumen, confiable.
Pero parece que a Ainoa le llamó más la intención que a mí, así que cuando acabó la clase me arrastró con ella para hablar con él. Yo tan solo quería irme a mi casa tranquilamente pero en cambio ahí estaba yo, intentando hacer que Ainoa dejara de hablar para poder irme. Ya sé que era muy egoísta por mi parte pero era en lo único que podía pensar en ese momento. Cuando John me hizo una pregunta.
- Perdona, no te escuchado- dije sorprendida de que me hablara- ¿Puedes repetir la pregunta?
- claro- me sonrió, tenía una voz dulce y su sonrisa era agradable - tan solo te he dicho que como te llamas.
-Clara.- no sabía que más decirle, y se hizo un silencio incómodo
-Bueno como te estaba diciendo... - rápidamente Ainoa desvió la conversación. Ellos siguieron hablando hasta que decidí irme por mi cuenta y dejarles solos.
-Lo siento chicos pero yo me tengo que ir- dije intentando escaparme de allí.
-Ah, claro, nos vemos mañana - dijo Ainoa alegremente.
Cogí mi mochila y me dirigí hacia la puerta de clase cuando John me dijo:
-Perdona, ¿Hacia dónde vas?- me preguntó indeciso
- Vivo lejos de aquí, siempre cojo el metro hasta Urquinaona
-¡Anda! Si yo también vivo por ahí- ¡no podía ser posible! con lo grande que es la ciudad y tenía que vivir al lado mío - espera que cojo las cosas y me voy contigo. No, no ,no; eso era lo último que quería yo en ese momento
Esperadme que yo también vivo por ahí -dijo Ainoa intentando llamar su atención. Menos mal que dijo eso, sino no sé cómo hubiera sido el viaje de vuelta.
Los tres cogimos el metro dirección Urquinaona, no me podía creer que Ainoa estuviera cogiendo el metro en otra dirección solo para ir con él. Una parada antes, ella se bajo del metro dejándonos solos. No sabía de qué hablar con él y eso de entablar conversaciones no era mi fuerte, así que nos pasamos todo el camino de que quedaba sin decir una palabra y en cuanto llegué a mi casa simplemente se despidió con un "nos vemos mañana" y una sonrisa, después lo vi alejarse.
Entré a casa, mi madre y mi hermano estaban en la cocina, entonces esta se giró y me dijo:
-Tenemos que hablar...
ESTÁS LEYENDO
la mariposa de alas blancas
Novela JuvenilEsta historia, narra la vida diaria de Clara una chica que no es guapa ni popular simplemente, a ella, no se le da bien hacer amigos ni es abierta con los demás. Debido a unas circumstancias Clara deverá superar situaciones incómodas y que la pondr...