Eran las 5:30 de la mañana, no sabia que hacia despierta tan temprano, supongo que los nervios me jugaron una mala pasada. Me quedé pensando: hoy era el día, el día en que mis clases de repaso comenzarían y lo peor de todo es que no sabia de que seria capaz de hacer ese tipo. ¿Por qué me odiaba tanto?
El despertador sonó, haciendo que saliera de mis pensamientos, me dirigí al armario y me puse mi uniforme para ir al colegio, cogí mi mochila azul y mi desayuno y salí del edificio. Atravesé el patio y me dirigí hacia la puerta principal, la abrí. Esperaba que estuviera Kai, como cada mañana, pero no estaba, ¿Estaria cabreado conmigo por lo que pasó ayer?
En cualquier caso, tenia que ir sola hasta la escuela, menos mal que ya me había aprendido el camino.
Llegue a la puerta, se podía ver a los demás estudiantes como iban entrando a sus clases, cuando alguien me puso una mano en el hombro, me giré:
-hola, me llamo Anna-era una chica alta, muy morena de piel, con el pelo muy rizado, espeso y negro y era muy delgadita-¿te puedo acompañar hasta clase?
-claro-dije confusa-yo me llamo...-no me dejo terminar
-ya se como te llamas, eres famosa-sonrió intentando que pareciera una broma.
Parecia que todo el mundo ya se había enterado de lo que había sucedido el dia anterior. No me gustaba esa sensación, mientras ibamos camino a la clase todos me miraban y cuchicheaban, era muy desagrable.
Llegamos a la clase y me senté en mi sitio como siempre y las clases empezaron. Pasaron unas cuantas horas, pensé el que alomejor ese chico no se presentaria a las clases y podria saltarmelas, cuando sonó el timbre, las clases habían acabado.
El profesor vino a buscarme a la clase:
-¿Esta used lista? sigueme-dijo mientras me esperaba en la puerta.
Recogí mis cosas rápidamente y me levanté del asiento. Seguí al profesor por el largo pasillo y subimos las escaleras hacia el piso de arriba. En aquel piso había muchas habitaciones pequeñas, el profesor me explicó que se utilizaban para hacer reuniones con los padres.
Entramos en una de aquellas salas, había una mesa rectangular de cristal y a cada banda dos sillas rojas acolchadas, parecía un lugar acogedor. Lo malo de todo aquello era que alli estaba el, sentado en una de las sillas detras de la mesa, como si fuera una estatua.
Ninguno de los dos decia nada, hasta que el profesor interrumpió aquel silencio incómodo:
- bueno chicos, espero que os vaya bien en las clases, yo ya me voy- tras esas palabras se giró y se fue por donde habia venido.
El silencio volvió, el ambiente era tenso, estaba muy incomoda y no sabía que hacer. Me quedé en silencio, de pie, pensando en como escapar de allí, hasta que me vino una idea:
-Esto... Voy al lababo , ahora vengo- que mal, era la peor escusa del mundo, pero aun asi cogí y me fui de aquel lugar.
Me dirigí al lababo y entré en una de las puertas. Cogí mi mobil y empezé a escribir, quería pedir ayuda y como siempre la unica persona que pasó en aquel momento por mi mente fue John.
Acabé de escribir y envie el mensaje, me senté a esperar su respuesta cuando alguien entró al lababo, se escuchaban risas.
-¡Chica rara! sabemos que estas ahí. -no me gustaba como sonaba eso - ¿por qué no dices nada? ¿esperas que Kai responda por ti? - se escuchaban sus risas por detrás - espero que con esto aprendas la lección.
A continuación lanzaron un cubo de agua y se fueron. Estaba sola, empapada y sin saber que hacer, empecé a llorar. ¿Por qué me pasaba esto a mi?
Entonces miré mi móvil, y vi su mensaje:
"tan solo se tu misma, ya veras como todo sale bien"
Salí de aquel sitio, estaba incomoda, toda mi ropa estaba mojada y no se sentia bien, pero en aquel momento me daba igual, porfin lo habia comprendido todo.
Me limpié las lagrimas y me diriji hacia aquella tutoria, abrí la puerta y empecé a hablar
-Mira, me da igual lo que creas que te he echo, pero en serio, ¿es tanto como para que acabe así? Mírame, a ti ¿te gustaria que te hizieran esto? -me acerqué a él y le cogí de la camisa- Ni se te ocurra a volver a amenazarme ¿entendiste? sino ya veras lo que te espera.-Le mire a los ojos y me di media vuelta.
Lo había hecho, ¡le había plantado cara!, estaba contenta, me fui hasta mi casa mientras le explicaba a john lo sucedido.
Cuando llegue a casa, me puse mi pijama y puse a lavar aquel uniforme mojado, me senté en mi cama y me puse a pensar. Entonces me di cuenta de una cosa, aún no había colgado el cartel que las chicas me habían hecho. Decidí colgarlo al lado de la ventana, quedaba bastante bien.
Me quedé un rato obserbandolo,me di cuenta de que porfin hoy había dado un gran paso, había sacado mi verdadero yo a la superficie, ahora todo seria diferente.
Entonces sonó el timbre, me dirigí a la puerta, supuse que seria mi madre que se había olvidado algo. Abrí la puerta y ahí estaba él, con su pelo rubio y el uniforme del colegio, llevaba una caja en las manos. Tenia ganas de cerrarle la puerta en las narices.
-Hola-no le deje decir nada mas, cerré la puerta, pero el siguió hablando -Espera, Clara, abreme tengo una cosa muy importante que decirte.
ESTÁS LEYENDO
la mariposa de alas blancas
Ficção AdolescenteEsta historia, narra la vida diaria de Clara una chica que no es guapa ni popular simplemente, a ella, no se le da bien hacer amigos ni es abierta con los demás. Debido a unas circumstancias Clara deverá superar situaciones incómodas y que la pondr...