DIGNO DE TU AMOR [ King y tu]

CAPÍTULO 6

Narra _____

Ya había pasado una semana desde que King despertó, estuvimos investigando sobre sus agresores, sin embargo, no obtuvimos ningún tipo de información relevante, lo único que logramos averiguar, es que no eran habitantes de Britania.

Ya estaba anocheciendo, el capitán había decidido cerrar temprano y hacer una fiesta entre nosotros, ¿por qué? No tenía idea, pero cualquier pretexto era bueno para emborracharse.

Nos encontrábamos todos en la taberna conviviendo y algunos bebiendo cerveza, yo estaba junto con Elizabeth e Eliane preparando un poco de comida para nosotras, ya que éramos las únicas que no estaban tomando.

–¿Quieren un poco de jugo de frutos rojos? – preguntó Eliane mientras lavaba las frutas.

– Yo sí Eliane, por favor – dijo Elizabeth mientras cocinaba.

– Soy alérgica a las fresas – hablé un poco apenada.

–¿Enserio? No te preocupes, haré un jugo de mango para ti ¿Te parece?

– Sí, muchas gracias Eliane – terminamos de preparar nuestra comida y también hicimos algunas botanas para los demás. Pasamos todos los platos con comida hacia la larga mesa en donde estaban todos.

Me senté entré Gowther y Elizabeth, quien a su vez estaba al lado de Meliodas, luego Ban, Eliane, King (Quedando este, frente a mi), Diane, Merlín y Éscanor de lado izquierdo de Gowther.

Pasada media hora, mi hermano y sus amigos, llegaron con otro caballero que no conocía.

– Hey, hola a todos– saludó Howser bastante alegre –Les presento a Marshall– era un chico pelirrojo bastante guapo, aparentaba estar entre los veinticuatro o veinticinco años –Pertenece al ejercito de caballeros sacro del reino del Este de Britania, ha venido a tratar asuntos con el Rey y se quedará algunos meses.

El chico nos saludó de manera educada, luego Howser nos presentó a todos nosotros. El capitán, enseguida lo invitó a tomar cerveza.

Conforme las horas pasaron, las botellas de cerveza se fueron vaciando. En consecuencia, más de uno ya se encontraba dormido sobre la mesa, algunos reían alegremente y otros seguían compitiendo por ver quien aguantaba más tomando alcohol.

Yo comencé a recoger los platos ya vacíos y algunos vasos, pues en la última hora, ya habían roto al menos tres.

Con cuidado, apilé todo y me dirigí a la barra.

–Hola– escuché decir a mis espaldas, giré y me encontré con el pelirrojo – _____ ¿verdad?

–Hola, sí esa soy yo.

–Qué lindo nombre, me gusta– dijo mostrando una sonrisa.

–Gracias– respondí educadamente.

–Griamore me dijo que eras su hermana y que deseabas convertirte en caballero sacro.

–Así es, llevo ya cinco años entrenando con los pecados.

–Eso suena increíble, apuesto a que eres una chica muy fuerte.

–Pues eso dicen– me encogí de hombros, restándole importancia –considero que aún me falta mucho por aprender.

–Me gustaría que algún día de estos tuviéramos un combate amistoso ¿Qué te parece? – me miraba con un toque de picardía.

–Claro, escuché decir a Griamore que eras uno de los mejores guerreros de tu reino, estaré encantada de pelear contigo.

–No pondremos de acuerdo después– dijo acercándose más a mí –Y dime ____, ¿Tienes pareja?