Alexandra Huston (Primera reencarnación)
El Dragón había vuelto y como Selene no estaba aquí, me tocó llamar a Eridian para que me dijera lo que el Dragón había averiguado
Lo cual fue complicado, nunca está en el mismo sitio, si pareciera que se esconde del mundo
Bueno, no lo parece, realmente lo hace, a la única persona que soporta, aprecia y a la que le tiene cariño es a Selene
Luego de que lo encontré y me dijo lo que el Dragón había averiguado procedí a ir a la dirección dicha
Y ahora me encontraba frente a una enorme mansión y cuando digo enorme verdaderamente es enorme
Estaba indecisa en si de verdad quería seguir adelante o no
Giré el rostro viendo a una señora que se acercaba a mí y sus pasos se volvieron indecisos cuando observó mi espada
No veo cual es el problema, está enfundada
Luego su vista pasó a mi rostro y ahora lucía verdaderamente sorprendida
-Es igual a él –escuché que susurró
Hizo unas señas y las rejas de la mansión se abrieron, ella se acercó a mí y con toda la confianza tomó mi mano
No hice más que mirarla
-¿Quién es usted? –cuestioné con voz dura
-Soy, soy...tu madrastra –amplió su sonrisa –te hemos buscado por mucho tiempo –se veía nerviosa
Ladee la cabeza y solté un suspiro
-Vine a...
-Se a lo que has venido, vamos, Leandro se pondrá feliz de verte –me empujó a la mansión
Dejé que me guiara en silencio
A nuestro paso los empleados se apartaban sorprendidos y me sonreían
¿Por qué me sonreían?
Unos abrieron las puertas de lo que parecía un enorme salón
Pasé observando todo a mí alrededor hasta que di con la figura de un hombre que miraba por un ventanal
El no parecía interesado en los sonidos de los pasos, de hecho su semblante era afligido, dudo siquiera que nos haya escuchado llegar
-Cariño, mira quién estaba fuera de la mansión –habló la mujer a mi lado acercándose a él
-¿Qué sucede? –giró su rostro para mirarla una vez estuvo a su lado
Su voz era ronca y algo fañosa, su nariz un poco roja me confirmó que estaba resfriado
-Mira quién vino –me miró
El hombre se giró a verme y pude observar con claridad todos sus rasgos
Ladee la cabeza y continué detallándolo, Alexander y yo éramos su viva imagen
Observé el momento exacto en el que su rostro se iluminó
-Eres...eres tú –susurró
-Supongo que sí –me encogí de hombros y miré a mi alrededor una vez más –mi nombre es Alexandra, Alexandra Huston
Me sonrió
-Es un hermoso nombre –susurró --¿Sabes porque lo llevas? –cuestionó
-No tengo idea, pero Sel dijo que me nombró así por algo referente a mi padre –me encogí de hombros –nunca pregunté
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D.A.R
FantasyCuenta la leyenda que la diosa Hécate haría reencarnar a sus tres elementos en unos niños prodigio. Todo queda en familia Por supuesto que saben eso, mucho más cuando tiene el apoyo de un Alpha sanguinario y su Beta que ama la sangre, Una princesa c...