D.A.R

Cap.22

Naim Hamilton White (Futuro Beta)

Apreté su trasero con fuerza amedrentándolo a mi antojo

-Deja de jugar conmigo, Eda –gruñí –sabes que odio los juegos

Cerré los ojos tragando saliva mientras sentía el rastro de besos que dejaba en mi mandíbula y cuello

-Mis juegos si te van a gustar –aseguró con voz seductora

Sí, yo también creo que me van a gustar

Pero no es momento para que cojamos, no aquí, donde cualquiera puede verla o escucharla

Moví mi mano derecha rápidamente a su cuello e hice presión en este alejando sus labios endemoniados de mi cuello

La detallé de forma minuciosa. Sus labios estaban rojos e hinchados, su rostro estaba sonrojado y tenía una fina capa de sudor en su frente, sus ojos oscurecidos y sus pupilas dilatadas

Atrapó su labio inferior entre sus dientes mientras me devolvía la mirada con intensidad

-No quieres que todos en esta puta manada te escuchen gemir –aseguré con la voz ronca

Jadeó apretándose más contra mi erección

-No me molestaría –gimió cuando apreté más mi agarre en su cuello

-Eda –gruñí sintiéndome al borde del descontrol

-No soy una sumisa en lo absoluto –volvió sus ojos a los míos –pero tú, maldito ser sin escrúpulos –llevó una de sus manos a mi cabello e hizo puño con el jalandolo de forma brusca mientras acercaba más nuestros rostros –tu puedes obligarme a mirarte a los ojos mientras me dices que me harás tuya, cuando, como y donde quieras y te aseguro que no pondría resistencia alguna

Sentía que en cualquier momento mi erección atravesaría el pantalón solo para sentir su puto calor envolvente más cerca

Sentía su humedad como si no hubiera tela alguna que nos separe y eso no hacía más que volverme loco con cada segundo que pasaba

-¿Por qué te obligaría a mirarme? –Cuestioné poniendo una pequeña sonrisa en mis labios –de seguro si te lo pido con amabilidad tú lo haces encantada, porque eres una buena chica ¿me equivoco?

-Quien sabe –gimió con una sonrisa –puedo ser una maldita a veces

-¿Sí? –cuestioné extasiado

Llevó su mano libre al agarre que tenía en su cuello y lo aflojé viendo como lo deshacía y empezaba a descenderla de forma lenta guiando a la mía por un recorrido que me tenía ansioso

-Y estoy segura que te encantará –afirmó deshaciendo el botón de su pantalón de un movimiento rápido y preciso

Tomé las riendas adentrando mi mano y acunando su feminidad con adoración, froté un poco sobre su braga escuchándola maldecir en voz baja

Está ansiosa porque la toque

Y yo estoy ansioso por hacerlo

-Pídelo –susurré ampliando mi sonrisa

Abrió la boca tomando aire y dejándolo salir con suavidad

-Quiero que tus dedos dentro, Naim –gimió mi nombre alto

-Shhh, nos van a escuchar –me reí con diversión –no queremos que nos arruinen la diversión ¿cierto?

-Por favor –suplicó en voz baja