Beatriz se encontraba alistando las maletas para arribar a Cartagena. Efectivamente Nicolás tenía razón, ese doctorado no incluía nada diferente a lo que ella ya ha estudiando con anterioridad, sin embargo se tomaría al menos un año sabático, bajo la razón de que jamás había tenido vacaciones ni feriados durante su trabajo en la empresa. Nadie le cuestionaba nada, pues todo estaba estipulado bajo la ley.
Nicolás llevaría a su amiga al aeropuerto, además eso le serviría para darse aspavientos de nuevo rico, como tanto le gustaba alardear.
-Vea, Betty, yo la llevo, yo la llevo. No ve que ahora soy el nuevo presidente a cargo. Tengo que hacerme respetar... ¿Lleva todo lo necesario para su viaje?
-Sí, Nicolás. Ya sólo me falta arreglar mi bolso de mano y estoy lista.
-Vea Betty, yo no le hago mucho a los viajes, pero siempre he escuchado que no debe llevar mucho, solo lo necesario. No vaya a ser que después se venga con el doble de equipaje - ríe.
-No se preocupe, Nicolás. Le aseguro que solo llevo lo estrictamente necesario...
Horas más tarde arribaron al aeropuerto, para Beatriz fue imposible no recordar la primera vez que viajó a Cartagena, cuando los planes eran en concreto olvidar a Armando y dejar atrás su dolor y esa «muerte» en vida que le produjo su engaño. De cierto modo, ahora regresaría para darle una segunda oportunidad a ese bello destino, con la diferencia que ahora se dedicaría a disfrutar por completo de sus paisajes y su hermoso clima costeño. Era un tiempo que necesitaba para ella y su intimidad, porque si se ponía a pensarlo ¿Cuándo en toda su vida de adulta había disfrutado de un tiempo verdaderamente a solas? Era tiempo de demostrarse a sí misma que no se necesita un hombre para disfrutar de placeres tan simples como satisfactorios.
-Betty, yo la voy a estar llamando constantemente, así que me contesta el teléfono. No ve que no tengo más amistades... -ríe- voy a estar muy aburrido sin usted por tanto tiempo, ya me había acostumbrado a su compañía... ahora es cuando me gustaría ser más bello para poder invitar a unas modelitos al apartamento ahora que estará tan solo.
-Nicolás, cuídese mucho y no ande loqueando con cualquier mujer, ya ve que en este mundo ronda mucha interesada. Tenga cuidado. - le acarició la mejilla izquierda, luego le dio un fuerte abrazo y se despidieron antes de que ella pasara al pesaje de su maleta.
*
El viaje a Cartagena desde Bogotá no demoró más de hora y media, además de ser un vuelo muy tranquilo, Beatriz ya tenía presupuestado dónde iba a alojar por el siguiente año; se podría decir que la suerte estaba de su lado, pues todo le estaba saliendo como esperaba.
Si bien el doctorado no resultó ser lo que esperaba, ella por primera vez estaba dispuesta a darse un descanso de Ecomoda y su trabajo, que a pesar de que le gustaba bastante, a veces le resultaba agobiante.
Cuando llegó al departamento que la acogería por el año completo lo recorrió por completo. Era un lugar bastante amplio y con una hermosa vista hacia la costa, muy iluminado y acogedor. Lo primero que hizo al descargar las maletas fue ir hacia la habitación. Cuando vio la cama lo primero que hizo fue lanzarse de un brinco hacia ella.
«ahora está perfecto para escribir» -pensó. Su diario seguía siendo su fiel compañero de aventuras y vivencias, ahora, seguramente, tendría mucho para contarle. Todavía parecía como un sueño irreal es estar completamente sola en otra ciudad, por fin sentía que estaba llevando las riendas de su vida y sus padres comenzaban a entender que ella era una mujer lo suficientemente adulta y responsable como para que, sobre todo Hermes, siguiera como su verdugo.
«15 de junio 2001
Día 1 de 365, hoy emprendo un nuevo viaje hasta la ciudad que me vio renacer luego de la segunda tragedia más dolorosa de mi vida. Necesito este tiempo para mí, para sanar este corazón dolido. No puedo negarlo, aún amo a Armando, pero yo fui la que le pedí que me dejara en paz. Ahora él está en Venezuela intentando rehacer su vida dándose una oportunidad con Alejandra. De solo pensarlo se me retuerce el estómago de celos, pero bueno. Aquí vine para intentar olvidarlo, para ocuparme de mí, ser feliz, encontrar[me] la felicidad en viejos pasatiempos, adentrarme a lecturas, encontrar algún taller interesante. Solo espero que Cartagena me sorprenda».
![](https://img.wattpad.com/cover/311178798-288-k58159.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cartagena, tú y yo
FanficBeatriz por fin se independiza del yugo familiar, emprende una vida junto a su entrañable amigo: Nicolás Mora. Juntos comparten un departamento en el centro de Bogotá, que pudieron comprar gracias a su arduo trabajo en Ecomoda. Una mañana Betty, mi...