Cuatro

1.7K 143 2
                                    

La calefacción estaba al máximo y sintieron una bofetada de calor al entrar al apartamento. Se notaba que a Deku le gustaba el calor mucho más que el frío
- ¿Quiéres un whisky? - preguntó el peliverde
- No, gracias
-¿Qué ocurre?
- Nada, pero antes dijiste que bebiste demasiado Deku

- Katcchan, no me digas lo que debo hacer. - él se sirvió algo y bebió - Para tu información estoy bebiendo limonada. El whisky era para tí.
- Lo siento, solo pretendía ahorrarte la resaca de mañana.
- Ya me preocuparé yo de mañana

Cuando firmara los papeles rompería todos sus lazos y vínculos con Japón, excepto su participación en la empresa de su padre.

Curiosamente seguía pensando en el astillero como si aún fuese de su padre. Era el lugar que más habia amado, cuando cerraba los ojos y pensaba en él lo veía en el astillero.

- Bueno hagámoslo - dijo con una sonrisa forzada. Sacó el sobre del portafolio y lo abrió.
- ¿No leíste los documentos? - preguntó Bakugo con el ceño fruncido.
- No ¿tienes un boligrafo? - los sacó y los dejó sobre la mesa de mala gana
- Por Dios santo Deku, hace dos semanas que los tienes y aún no los leíste.
- ¿Qué más da? - dijo Deku con tristeza

- No puedes firmar documentos legales sin leerlos antes - gruñó Bakugo con impaciencia.
- Los leeré ahora - echó una ojeada pero las letras bailaron contra el fondo blanco. No se debía al alcohol, tenía los ojos llenos de lágrimas. No deseaba el divorcio, no queria alejarse de Bakugo. En lo absoluto.

Aún lo amaba tanto. Maldita sea. Miró a Katsuki agradeciendo la débil iluminación de la sala. No quería que supiera lo mucho que lo afectaba la situación.  -¿Podrías hacer café mientras intento leerlos?
- Claro - Bakugo fue a la cocina - Pero creo que seria mejor que los leyeras por la mañana - añadió con sensatez.

Deku hizo una mueca, suspiró y dejó los papeles. Le temblaba la mano y se sentía fatal. Él tenia razón, estaba agotado. No había otro motivo para que se sintiera tan mal. Debía firmar los papeles, no se amaban. O al menos Bakugo no lo amaba, todo había sido un error.

Cuando él volvió había recuperado el control
-¿Estás bien? - le preguntó Bakugo dándole el café
- Claro que estoy bien - le espetó tomando unos sorbos - Lo haces fatal
- De nada - respondió con ironía. En vez de sentarse en el sillon, movió los papeles y se sentó en la mesita con las rodillas pegadas a las de Deku.

- No puedo beber ésto - el peliverde intentó dejar la taza pero el moreno se lo impidió
- Bébetelo
- ¿Sabes que eres un mandón? Esto me dará más dolor de cabeza que el alcohol
- Seguramente fuiste un niño mimado y rebelde - dijo Bakjgo

- Era un cara de ángel, mi padre siempre me lo solía decir - contestó entregadole la taza vacía
- ¿Cara de ángel y aguijón de avispa? - Dekuj frunció el ceño al oirlo - ¿Te sientes mejor ahora?
- Te dije que estoy perfectamente
- Estás pálido Deku

- Katcchan dejate de mimos. No necesito que me cuides - respondió intentando ingnorar su amabilidad ya que solo queria el divorcio para poder casarse con Kirishima, su secretario.

- Eso lo dejaste bien claro - admitió el rubio. Estiró el brazo y le acarició la mejilla. Deku aguantó la respiración. Katsuki estaba demasiado cerca y al ver cómo lo miraba sintió un intenso deseo.

Bakugo se acercó más, vió la firmeza en su mentón y el verde de sus ojos mientras contemplaba su blanca piel bajo esa camisa medio desprendida. Seguía siendo tan atractivo ¿por qué tuvo que abandonarlo así?
Maldita sea Deku.

- Dime ¿ con cuál de los tantos hombres de la fiesta estás saliendo?
- Me lo has preguntado antes y di mi respuesta ¿Por qué te interesa tanto?
- No lo sé, quizas quiera verlo antes de irme. Asegurarme de que es digno de tí, de que en verdad te cuidará.
- No necesito que nadie me cuide

Abandonado (BakuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora