Seis

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El sábado por la mañana sin la distracción del trabajo, Deku inquieto llamó a su amiga Himiko para pedirle opinión.

- Si alguien me dijera que fuese a Japón no lo dudaría un segundo ¿pediste vacaciones?
- Si. Ayer hablé con Aizawa. Le dije que me invitaron a una boda en Japón y es cierto. Mi madrastra se casará.

- ¿Qué dijo Aizawa?
- Le pareció bien, me dijo que Mina me sustituiría
- Seguro que eso te encantó - rió Himiko
- A Mina le gustó aún más, no puedo evitar pensar que es un error volver
- Si solo son dos semanas no hay problemas.

Izuku sonrió y colgó el teléfono. Himiko tenía razón, dos semanas en Japón no cambiarían su vida. Veria a su madrastra y solucionaria lo del astillero. Pero no soportaria estar diez horas junto a Katcchan en el avión asi que le dijo que iría después.

Que aplace las reuniones con el banco.
- Iré a recogerte al aeropuerto cuando llegues Deku
- Te llamaré

Se preguntó si Katcchan pensaría que se alojaría en su casa y rechazó la idea. Lo mejor sería ir a un hotel. Reservaría una habitación y lo llamaría desde allí. Si evitaba problemas todo iría bien.

Dos semanas después Izuku estaba apoyado en la barandilla de la terraza, inhaló el dulce aroma de las flores del lugar. Deseó relajarse y dormir pero nunca estuvo tan tenso en su vida.

Recordó la noche de pasión que vivió con Bakugo hacía casi tres semanas y alli estaba de nuevo en casa aunque más precisamente en un hotel que había cerca de donde había sido su hogar.

La vida daba muchas vueltas. Miró el reloj y se volvió a sentar en el sillón de mimbre. Bakugo se retrasaba. No quería dar la impresión de que lo esperaba, cuando llegara se encontraría impasible.

Lo miraria y le diría "ah, eres tú". Como si no fuera su marido sino un conocido del que no recordaba el nombre.

Sonrió con satisfacción y fue por el libro que no pudo leer en el aeropuerto. Las palabras bailaban en la página.

- Creí que me llamarías cuando reservaras el vuelo - le dijo Bakugo la noche anterior con enfado al llamarlo desde el hotel - Te dije que te recogería

- Sé lo que dijiste pero ya estoy aquí - contestó Deku con calma ya que no quería depender de Bakugo. Se sentía mejor así.
- Debe ser un buen libro - dijo el rubio sobresaltandolo - ¿Es esa la razón por la que no me llamarás anoche para buscarte desde el aeropuerto?

El libro se resfaló de entre sus dedos y cayó al suelo. Alzó la cabeza y lo vió apoyado en la barandilla. En extremo guapo y sexy.
- Hola Katcchan - sus planes de mostrarse distante y frío lo abandonaron. Solo pensó que lo hubo echado de menos. Creyó que lo alegraría que se fuera de Londres pero no fue asi.

Al ver cómo Bakugo lo miraba deseaba que le dijera que lo había extrañado pero eso era una locura. Llevaban separados un año ¿por qué iba a hacerlo? Solo necesitaba su maldita firma y su fugaz presencia en una que otra reunión de negociosos.

- ¿Por qué no me llamaste? - preguntó nuevamente él.
Deku lo observó, llevaba unos pantalones chupines negros con camisa blanca y le quedaba muy bien. Muy viril.
- No pude, estuve muy ocupado
- Trabajando día y noche ¿no?

- Estuve ocupado - dijo Deku molesto al tener que ponerse a la defensiva. Hubiera dado cualquier cosa por lograr que él le diera un beso y le dijera que lo extraño muchisimo.

- Ya discutiremos eso después. Recoge tus cosas y nos iremos.
- ¿ A dónde?
- A casa por supuesto ¿dónde creíste que iríamos?
- ¿A casa?

- No pensarás quedarte aquí ¿verdad?
- Por supuesto que me quedaré aquí, he reservado una habitación por dos semanas
-¿Te doy miedo Deku?
-¡No!

Abandonado (BakuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora