Izuku se despertó a las cinco y media de la mañana. Comprendió que estaba tan despejado porque en Londres ya eran las diez y media.
Intentó pensar en la oficina y en cómo le iría a Mina, pero su mente volvía una y otra vez a Bakugo y a la conversación de la noche anterior.
Se levantó y se puso la bata. Afuera, la primera luz perlada de la mañana se veía en el horizonte. Bajó a la cocina por un vaso de agua y lo llevó a la sala para ver el amanecer.
Una hora después, Bakugo lo encontró acurrucado en el sofá profundamente dormido. La bata de seda verde estaba entreabierta y dejaba ver su piel lozana y perfecta.
Lo observó recordando los tiempos en que compartían la gran cama matrimonial. Solía observarlo después de hacer el amor cuando agotado y vulnerable, Deku se dormía en sus brazos. Sintió una oleada de deseo, lo quería de nuevo en su cama.
Quería abrazarlo y hacerle el amor. Izuku abrió sus verdes ojos nublados de sueños.
- Buenos días ¿no era cómoda tu cama? ¿O es que ahora prefieres dormir en el sofá?
- ¡Lo siento! - miró a su alrededor como si lo asombrara estar allí - No sé qué ha ocurrido, estaba muy despierto y de pronto me quedé dormido - se sentó y se pasó la mano por su verde cabellera - ¿Qué hora es? - preguntó viendo que él estaba vestido con jeans y camisa- Casi las siete ¿quieres desayunar? Iba a prepararme café y tostadas.
- Solo café - se puso de pié - Voy a vestirme
- Por mí no lo hagas - sonrió Bakugo - Te he visto con menos ropa - el tono de su voz hizo que Deku se ruborice y despertó en su cuerpo un sentimiento de deseo que prendió como una llama - Estamos solos. May se fue a la casa de su hijo y volverá a la hora del almuerzo.Bakugo se fue a la cocina y Deku se alegró de quedarse solo y tener la oportunidad de controlar su mente. Se dijo a si mismo que no deseaba a Bakugo, su reacción se debía a que seguía dormido.
-¿Qué tal dormiste? - dijo Bakugo desde el umbral
- Bien - replicó Deku vagamente- Aún no estás despierto del todo ¿verdad?
- No...no del todo - admitió, se ató la bata con firmeza y fue hacia la puerta
- Vamos, te serviré café
Siguió a Bakugo a la cocina y se sentó. El rubio molió el café y sacó una taza de porcelana. El delicioso aroma hizo que sintiera hambre.
-¿Te apetece unos cruasanes Deku?
- Si, mucho. GraciasPor la ventana se veia el cielo brillantemente verde. Era otro día perfecto. Se le hizo difícil creer que en Londres todos llevarían abrigos y gorro. Era agradable estar alli, sentado en la cocina. Todo parecía muy normal como si nunca se hubiera ido. Bakugo puso los cruasanes y el café sobre la mesa.
- Parece que hace calor afuera - dijo Deku
- Es la hora más fresca del día, si quieres darte un baño en la piscina antes de ir al astillero es buen momento para hacerlo.
- No...quizás después - probó el café, sabía bueno. Hacía tiempo que no tomaba uno igual- Creo que ayer no comenzamos con un buen pié ¿verdad? - dijo Katsuki de repente - No debí preguntarte por Aizawa - lo miró y vió el leve rubor que teñía sus pómulos, la suavidad de sus labios, las verdes pestañas que parecían esconderle todo.
- Estaba algo cansado - se encogió los hombros Deku - Quizás un poco susceptible. Olvidémoslo ¿de acuerdo?
-Bien, entonces ¿volvemos a ser amigo?- Si, amigos - sonrió levemente, sintiendo un temblor cuando sus miradas se encontraron. Él se inclinó hacia Izuku y lo besó suavemente en la mejilla.
- Me alegro, eso fascilita las cosas - se apartó Bakugo
-¿Para el astillero? - preguntó Deku- Si...claro - Bakugo lo miró algo dolido pero el teléfono sonó en el vestíbulo y se levantó con desgana - Iré a ver quién llama.
Deku se puso los dedos sobre los labios mientras cerraba los ojos para apagar el cosquilleo que sentía.
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Abandonado (BakuDeku)
FanfictionHacía un año y medio que Izuku Midorilla y Katsuki Bakugo se habían casado por conveniencia, con la única finalidad de que Deku no perdiera su herencia. Fue entonces cuando Deku empezó a sospechar que Bakugo le era infiel ya que podría estar tenien...