Emery
La frescura del otoño me refresca la cara al bajar la ventanilla del auto de Addy. El imponente sol del mediodía me baña entera y agradezco tener puesto protector solar aplicado. Volví a observar aquel gran edificio cristalizado, limitándome a estar algo lejos de el. Una de mis manos estaba sobre el volante, mis dedos tamborileando sobre el mismo repetitivamente.
No solo debía devolverle el auto a Addy. También era mi último día en Seattle y dá la casualidad que ella sale más temprano hoy, por lo que me propuso que vallamos a almorzar. Se me antojaría comida italiana, tal vez tailandesa de no ser porque los nervios no me dejaban decidir.
Ni tres minutos que llegué y ya me estaba impacientando.
Poso mis ojos en las puertas. Addy me había dicho que hace diez minutos terminó su jornada y que ya estaba en la planta baja. Observo gente trajeada entrar y salir, pero no la veo a ella. Cinco minutos pasan, considero llamarla y tomo mi celular con mi mano libre.
«¿Y si mejor salimos a buscarla?» La demoníaca voz en mi cabeza me susurra de una manera tentadora. «Vamos, vamos. Sé que quieres.»
No.
Acerco mas mi mirada hasta las puertas de la Grey House, un atisbo de alivio nace en mi al ver que se abren otra vez. Y ese pequeño alivio se desvanece al ver que no es Addy quien sale del edificio.
«Lo mejor es ir a buscarla.»
Puedo simplemente llamarla.
«No seas floja y sal de auto.»
Aún si lo hago, no hay posibilidades de verlo a él. Después de todo él se encuentra en el último piso y Addy seguro ya está en recepción.
«Nada es seguro. Tal vez Addy sigue arriba.»
Tal vez no.
«Tal vez sí.»
Ash.. al carajo.
Tomo la manija del auto justo cuando las puertas se abren de nuevo y veo a Addy salir de allí, lo que hace que me deje caer en el asiento, aliviada de no haber tenido que salir.
«Mentira. Estás decepcionada.»
Saco mi cabeza por la ventanilla y le hago señas a Addy. En ese momento noto que no está sola, si no que a su lado se encuentran dos chicos de rasgos extranjeros y Lisa, la chica morena que me atendió en la recepción la última vez también se encuentra allí. Los veo charlar, uno de los chicos ríe de algo que Addy dijo mientras se acercan a mi.
«¡Eso, reina!»
Qué bueno que Addy haya hecho amigos nuevos. Como suele ser algo tímida es difícil que alguien que no conoce entable una conversación con ella. Me alegra que pueda empezar a socializar.
—Em, buenos días —me saluda Addy.
—Hola -le respondo corto pero con suavidad —. Y hola a todos los demás —agrego al ver a las otras personas.
—Señorita Emery —reverencia Lisa a modo de broma, agachándose. Su energía es contagiosa así que le sonrío de igual forma.
—Lisa —saludo.
—Buenos días, señorita Emery —habla por primera vez uno de los chicos, el más alto —. Es un honor conocerte, Addelyn nos habló de ti. Soy Johnny, y él es Gregory. Somos compañeros de trabajo
—Practicantes, en realidad —corrigió el llamado Gregory y me extendió el brazo, le cedí mi mano para estrecharla pero noto entonces que él decide acercar su boca hasta ella y plantar un beso al estilo antiguo. El gesto me divierte — Es un honor conocerla, señorita Emery.
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After of the shades © (+18)
RomanceElla era Emery Scott, hija de Tessa Young, la fantástica organizadora de bodas y Hardin Scott el escritor del momento. Él era Theodore Grey, hijo de Anastasia Steele y el empresario multimillonario, Christian Grey. [HISTORIA CREADA A PARTIR DE LOS...