Capitulo 23

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Mensaje de Sai ;)

Querida, no olvides que hoy tenemos que ponernos al día.

¡Hay muchos chismes que contar!

Pd: espero que no te saltes ni un solo detalle

«Chismosa de mi alma»

Cenemos juntas hoy

La presidenta quiere hablar
conmigo durante el almuerzo

•x•

Camino por los pasillos de la escuela, esquivando varios alumnos en el trayecto mientras me dirijo a la biblioteca. Algunos chicos me saludan al pasar a mi lado, pero apenas me detengo a ver quienes son antes de saludarlos con un simple asentimiento.

La preparatoria New Highlander es un edificio descomunal, moderno y minimalista en lo que respecta a la decoración. Sin embargo, el naranja de las calabazas y las oscuras siluetas de murciélagos, brujas y gatos adornan las claras paredes. Algunos estudiantes se encuentran pegando más decoraciones y agregando guirnaldas sobre los casilleros.

Anya, la presidenta de nuestra clase y principal organizadora del comité de eventos, era muy tenaz a la hora de hacer su trabajo. Por eso me espera mientras se encuentra absorta tachando no-sé-qué de su lista. Luego de que yo la llamo por su nombre, me observa por sobre el grueso marco de sus anteojos y me sonríe.

—Siempre tan puntual —comenta, dejando de lado su lista.

—Si no fuese así, no me llamarías —le contesto, tomando asiento al otro lado de la mesa.

La biblioteca de la escuela debería ser un lugar silencioso donde estudiar. Pero, por suerte para nosotras, la bibliotecaria era suegra de Anya y la adoraba como una hija, así que teníamos un poco de libertad en las mesas del fondo para hablar cómodamente.

—Supongo que necesitas algo.

—Supones bien. —Anya tomó de su libreta una nota doblada a la mitad —. Ahí está todo.

La tomo entre mis manos y le doy una breve hojeada: indicaciones sobre las bebidas alcohólicas que necesita para la fiesta de Halloween. Sin inmutarme, la doblo dos veces más y la guardo en el bolsillo de mi chaqueta.

—¿Necesitas algo más?

Anya se tomó un momento para pensarlo y asintió.

—Tu hermano —menciona y yo elevo una ceja —. Tiene una banda, ¿no?. Pia los escuchó y dijo que eran sensacionales. Quiero que le pidas que toque esa noche.

—Auden apenas tiene trece —repuse —. No tiene edad para entrar al evento.

—Haré los arreglos. —Me guiña un ojo como quien es capaz de hacer lo que sea con tal de lograr sus objetivos —. Y también necesito un DJ, pero el chico de mi clase de Matemática no me respondió.

Eso llama mi atención. Una sonrisa asoma en mis labios cuando recuerdo a alguien que podría servirnos de ayuda.

—No tiene que ser alumno, ¿no?

•x•

—¿Cómo es eso de que no vendrás a cenar hoy? —me dijo mi padre en tono acusatorio.

—Ya le avisé a mamá: Hoy vuelve el papá de Sai, y queremos preparar algo —explico. Luego de dejar a Auden en casa, conduje rumbo al departamento de mi amiga sin salir del auto.

Mi padre suspira con exasperación.

—¿Sabes? En ocasiones me gustaría que me avises a mí antes que a Tessa.

¿Debería? Es probable dado que papá se encontraba en casa mientras mamá se encontraba en una fiesta de aniversario. Ser organizadora de eventos es un oficio que demanda mucho de su tiempo. Pero aún así prefiero avisarle a ella porque no me pone ninguna objeción, como sí lo hace mi padre.

—La próxima —miento piadosamente —. Nos vemos mañana.

—¿También te quedas a dormir?

«Carajo...»

—Iré para el desayuno —agrego y corto la llamada.

Las calles de la ciudad están lo suficientemente atareadas como para obligarme a quedar parada en medio del tráfico mientras me dirijo hacia Central Park. Sai me espera en la puerta de su edificio, con su maquillaje impecable y una de sus faldas coloridas resaltando en el gris del hormigón.

—¿Me extrañaste, primor? —suelta a modo de saludo cuando me ve bajar del auto.

—No sabes cuanto. —Volteo los ojos —. ¿Tu papá?

—Su vuelo llega en tres horas.

Ambas cruzamos por el recibidor, saludando al portero al pasar, y subimos con el ascensor hasta el quinto piso. Le propongo a Sai buscar a su padre en el aeropuerto luego de hacer la cena y ella acepta. De ese modo, ambas intentamos cocinar. El resultado son unas bolitas falafei, una sopa, arroz blanco y cuando mi amiga saca una masa de pan pita del congelador, consideramos que ya es suficiente.

El padre de Sai nació en Israel, en una familia religiosa que se dedicaba a los negocios de telas. En cuanto creció lo suficientemente, consiguió migrar a Estados Unidos con la intención de tener un mejor estilo de vida lejos de los conflictos bélicos.

Pese a lo que la mayoría creería de un hombre israelí de casi sesenta años, el padre de Sai era, en realidad, un hombre amable  y comprensible que aceptaba a su hija tal cual era.

—Emmy, tengo disfraces ideales para nosotras —me dijo Sai mientras acomodaba los platos en la pequeña mesa —. Ya compré las telas, solo me hace falta una cosita.

—¿Qué?

Ella hizo un baile con sus cejas.

—Tengo que tomar las medidas de tu torso otra vez porque ese busto tuyo parece haber crecido desde el halloween pasado

Pongo los ojos en blanco.

—Es el periodo; me causa inflamación en las tetas —me quejo con hastío al poner el vino favorito del padre de Sai en el centro de la mesa —. ¿Qué tienes pensado?

Ella me sonrió con complicidad, haciéndome saber que tramaba algo grande.

—Ya verás.

•x•

extrañaron a emery y a theo?

jeje ;)

saluditos sorpresas,

♏︎. Giskttam

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⏰ Última actualización: Oct 11 ⏰

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After of the shades © (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora