Capítulo 6: Hombre desconocido

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—No tienes estudios, ni tampoco carta de recomendación y además eres… —El hombre le dio una significativa mirada, después a Chris junto a él—, aunque quisiera no puedo contratarte.

Evan controló su expresión, pero no agregó nada, tan solo dio las gracias y salió de la tienda sosteniendo la mano de Chris.

Llevaba así toda la tarde, no había esperado obtener suerte de inmediato, pero aún así le molestaba y sorprendía el excesivo recelo que le mostraban algunas personas, no creyó que ser padre soltero tendría un prejuicio tan grande ese mundo. No le gustaba que Chris recibiera aquellas miradas, pero le incomodaba pedirle lo esperará afuera y tampoco es como si fuera a mentir sobre su situación.

Subió al tranvía, sentando a Chris a su lado derecho para que pudiera distraerse y ver por la ventana. Se sentía culpable por haberlo traído de un lado a otro durante todo la tarde.

Vio como Chris se cruzaba de brazos, sacó una sudadera roja con capucha de la bolsa de lavandería que había estado cargando para ponérsela.

—Gracias... papá.

Asintió distraído y acarició su cabeza antes de volver su mirada al frente.

Pronto serían las siete, si quería solventar los gastos de la comida y transporte de los siguientes días debía depender de las comidas en el albergue. Mañana comenzaría desde mucho más temprano su búsqueda de trabajo. Pero necesitaba conseguir y remplazar algunos papeles, investigará si podía obtenerlos en internet.

El celular sonó por un mensaje de Trudy, contestó informándole su situación. Después se encontró mirando el otro número guardado. Desconocía si el dueño de ese número era bueno o malo, no quería tener nada que ver con nadie del pasado del otro Evan, a pesar de eso no bloqueo ese número como lo había hecho con el de aquel hombre, pero en cuanto pudiera cambiaría de celular.

El hecho de que alguien quisiera perjudicar a Evan Clare al conseguirle ese trabajo era algo preocupante. No tenía idea de quien podría ser. En la novela no se había vuelto a mencionar el nombre de Evan Clare hasta los extras cuando apareció Chris, si lo pensaba tenía sentido, porque esa novela solo era la historia de la pareja principal, contada desde el punto de vista del protagonista. No abarcaba por completo el mundo donde había estado ambientada.

Luchaba con la idea de no estar en una novela, si no en un mundo real que no debería girar alrededor de los protagonistas.

Repentinamente, Evan sintió una vez más, un especie de calambre en su vientre bajo, rodeo con su brazo izquierdo su abdomen y respiró hondo. Estaba hambriento, quería pensar que quizás era eso, pero el dolor era completamente diferente. La mirada del niño a su lado cayó con intensidad sobre él, Evan fingió calma y lo miró con una expresión curiosa.

—¿Qué pasa?

Chris desvió la mirada.

—Nada.

«Probablemente también tenga hambre», se reprendió mentalmente, sintiéndose un poco culpable por no pensar en eso hasta ahora. Cuando había decidido hacerse cargo de Chris no había considerado que realmente no tenía mucha experiencia con niños.
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Chirs comenzaba a sospechar que ese hombre era ignorante sobre cierta situación especifica en la que se encontraba, su confusión ante el trato de las personas se lo decía. No parecía saber lo que era y eso significaba. Su curiosidad por el origen del hombre creció.

Entró con Evan a una tienda de conveniencia, lo siguió durante algunos minutos, contestando preguntas sobre que le apetecía comer o tomar, internamente se burló de eso, sabía la situación económica en la que se encontraban no estaba para cumplir los caprichos de un niño, por un momento quiso ponerle las cosas difíciles y pedir esto y aquello, pero al ver la suave y paciente mirada que le dirigía no pudo hacerlo. Miró una vez más sus zapatos, recordando todo lo que ese tonto hombre ya le había comprado durante el día.
Incómodo, soltó su mano y tras recibir una petición sobre no alejarse mucho, prestó atención a su alrededor, entonces al ver a Evan distraído se alejó.

No iba a escapar, solo deseaba salir un poco de su papel de niño tonto. También deseaba apartarse un poco de ese hombre.

Frente a la zona de dulces, su mirada topó con la de un hombre de cabello oscuro y traje plateado desaliñado, probablemente a inicios de sus treintas, el beta tenía una apariencia promedio, sus ojos azul oscuro intrigados estaban puestos en Chris. No detectó ningún rastro de maldad o algo más en sus ojos, aun así, no le gustó ese tipo de atención, uno no podía confiar en nadie.

Fingiendo centrarse en los dulces, quito la mirada del hombre, pero no dejó de estar consciente de él, parecía estar cerca de Chris cada vez un poco más. Se preparó para gritar y correr si era necesario.

—Hola, ¿estas solo? —preguntó en el típico tono usado por los adultos hacia los niños.

Chris lo miró con frialdad, sin pretender era un niño normal.

El hombre pareció sorprenderse.

—Oh, Dios, realmente te pareces a él…

Confundido ante ese murmullo, Chris frunció el ceño.

—¿Qué quieres?

El desconocido ignoró su pregunta. Parecía mirar el rostro de Chris como si quisiera asegurarse de algo.

—Me gustaría saber tu nombre y-

—Piérdete.

Tras escupir eso, Chris dio media vuelta sobre sus pies y echo a correr, en poco tiempo encontró a un preocupado Evan en el pasillo donde lo había dejado, claramente buscándolo. Al verlo, el hombre corrió y se detuvo frente a él, pareciendo querer tocarlo por todos lados para comprobar si estaba bien.

A Chris le pareció una exageración. Ignoró ese sentimiento cálido y extraño retorciéndose en su pecho.

—Chris, ¿a dónde fuiste? Te dije no te alejaras mucho.

Era la primera vez que lo regañaba, pero ni siquiera había alzado la voz. No había ninguna intención de golpearlo o enojo verdadero en su rostro.

—Un hombre me pregunto mi nombre, vine a preguntar si puedo decírselo.

Eso detuvo a Evan.

—¿Un hombre? ¿Qué hombre?

Chris señaló un lugar al azar tras él.

—Por allá.

Lo vio fruncir el ceño, segundos después con una expresión tensa y aún más preocupada tomó su mano.

—No puedes hablar con desconocidos sin mi permiso, no importa lo que te digan o cuan amables parezcan, ¿entiendes?

Asintió, estudiándolo.

—Entiendo.

Vio como Evan lanzaba una inquieta mirada alrededor antes de comenzar a guiarlo a la caja para pagar.

Chris pensó que esa reacción era un poco anormal debido a que nunca nadie se había preocupado así por él.

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Gracias por leer💙

Despertando como un personaje secundario en una novela BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora