Capítulo 32: Compromiso y consideración

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Chris dejó en la mesa la tableta para borrar la respuesta que Marco había escrito, entonces le devolvió la libreta. El niño lo miró avergonzado y procedió a intentar resolver el problema de matemáticas otra vez.

Frente a él, Alex y Ari también hacían la tarea, el señor Cheng alimentaba a Mango a pocos metros de la mesa donde estaban los cuatro, cuidándolos.

Chris recuperó la tableta, unos momentos después una mirada de ligero sufrimiento se apareció en su cara. Había una página para aprender idiomas abierta, una página para niños, con dibujos animados y colores brillantes por todos lados, sin embargo, para él el sencillo contenido no era de utilidad luego de haberlo aprendido.

Dado no tenía la clave no podía deshacerse del control parental en el buscador y usar la tableta como le gustaría. Había intentado convencer a Evan de que lo retirara y el omega solo lo había mirado tranquilamente para cambiar de tema, haciéndole saber eso no ocurriría en un futuro próximo.

—¡Termine! —exclamó Ari, dejando ir el lápiz sobre la mesa, antes de que su hermana pudiera comprobar decía la verdad, miró la tablet que sostenía— ¿Me la prestarías? —preguntó, con ojos ámbar muy abiertos y emocionados.

Chris vio la página para niños, luego miró a la niña y asintió pasándosela. «Mejor que se divierta ella a que yo me estrese.»

—¡Gracias! —dijo con una gran sonrisa, antes de poner toda su atención en la tableta.

Alex la miró con el ceño fruncido.

—¿Y la tarea? Déjame revisarla primero.

—Yo la revisaré, déjala que juegue un poco —dijo Chris. No queriendo verlas pelear.

—¡Si! —dijo Ari, feliz.

Chris sospechaba desde hace semanas que Ari era el tipo de estudiante con la cual la educación tradicional no funcionaba. Además, solo había juegos educativos en la tableta, pero la novedad y su inocencia la harían perder de vista eso.

Alex asintió, lanzándole una mirada curiosa a su hermana.

Chris podía ver ella también quería usarla.

—Puedes usarla cuando termine Ari —comentó Chris.

Alex le sonrió igual de contenta que su hermana.

—Gracias, Chris —se acercó a su hermana para ver lo que hacía—. Ari ten cuidado, es muy cara —advirtió minutos después.

—Esta bien, puedo obtener otra de dónde obtuve esa —dijo con facilidad, sintió la aprensiva mirada de Marco—, tú también tendrás tu turno en cuanto resuelvas esos problemas correctamente.

Marco le mostró una pequeña mueca decepcionada y solo asintió para volver a su tarea.

Se dio cuenta que el señor Cheng lo miraba con una ceja alzada, meditó sus palabras encontrando la razón.

—Eso fue un regalo de tú padre alfa, Chris. Creo que deberías cuidarla solo por el costo que le supuso.

—Él puede permitírselo —explicó con franqueza.

Con la investigación en internet sobre los Grayson más su primera conversación había comprendido ese alfa tenía solvencia económica, claramente era rico. Comprar otra tableta no debería ser un gran problema para él.

—¿Tienes un padre alfa? —preguntó Alex, sorprendida.

—Si… —Chris evitó hacer una mueca al pensar en ese hombre como su padre.

—¿Él… él es un buen padre? —preguntó Marco, mirándolo con preocupación, un rastro de miedo en sus claros ojos verdes.

Chris entendió de dónde era probable viniera su miedo y decidió simplemente asentir para tranquilizarlo.

Despertando como un personaje secundario en una novela BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora