Aquella novela ligera, era la fuente de los deseos para la chica. Todo lo que pasaba en su vida sucedía en el casi gran libro que tenía entre sus manos.
El autor era anónimo, pero ella ya sabía quien era.
Y debía encontrarlo sea lo que pasara.
Aquella chica con nervios hasta por respirar, se dignó, y fue a la escuela Kamome.
Lo tenía todo fríamente calculado, siempre revisaba los horarios, actividades, eventos e incluso períodos de la escuela.
Anhelaba el deseo de conocer al autor del libro.
El problema, es que el autor dejó una foto suya en la novela, lo cual se le hizo aún más fácil de reconocer.
Tenía el uniforme de la escuela Kamome y no era tan alto como lo hacía parecer la foto.
La primera vez que lo vió, solamente pudo suspirar y abrazar su libro fuertemente.
Se escondió detrás de un árbol para que el de cabello azabache no la viera.
Pero... fue lo contrario.
—¿Qué haces aquí...? Veo que vienes de otra escuela por tu uniforme. —Dicho eso, el chico se dignó a investigar detrás del gran árbol.
La fémina, que estaba muriéndose de nervios salió de ahí y rápidamente le dió la espalda.
—¡N-no es nada!
El joven se dió cuenta que tenía algo entre manos, y ¿por qué no preguntar?
—¿Te gustó esa novela?—Sonrió con levedad, y soltó una leve risa, que hizo derretir el corazón de la joven.
—¡S-si!—Volteó rápidamente y le mostró con más detalles el libro que estaba leyendo.
—"Anécdotas de algo ficticio". Suena a un libro que desecharon y volvieron a rehacer. —Habló con sinceridad.
La chica algo enojada por escuchar eso, sacó una pequeña foto en blanco y negro del libro y se la mostró al contrario.
—Bueno, tu creaste esta cosa desechada.
El contrario chasqueó la lengua.
—Eso no era...
—¡Si lo era! ¿De quién estabas inspirado para escribir esto?
—Bueno... tu nombre es...
—Si, ¿eso que tiene que ver con lo que te acabo de preguntar?
El de orbes amanecer suspiró pesado.
No le iba a contar a la chica que escribió esa pequeña novela porque la vió siendo perseguida por gallos en su escuela.
E incluso pondría su nombre, pero no lo sabía en ese entonces.
Se preguntó, ¿cómo la novela o el libro que escribió fue hasta allí? A parte es un libro único, solo ese libro se hizo hacer con Tsuchigomori.
—¿Qué te parece si hablamos en otro lugar?—El chico agarró de la mano a la fémina y comenzó a correr a una cafeteria.
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