¡∂ισѕ, нαηαкσ-кυη!

462 36 8
                                    

¿Alguna vez se han puesto a pensar hasta que punto una persona puede ser estúpidamente linda?

Este es uno de los casos de [...].

La cual no esperaba mucho de Hanako-san.

Todos respeteban su rumor en la escuela menos ella.

Claro ya lo conocía, y se le hacía difícil disimular "respeto" hacia su mayor y amo. Por supuesto, es su asistente y debía obedecerlo.

Con el ánimo por los suelos fue directamente hacia donde se hallaba su querido "amo", Hanako-san.

Abrió la puerta del baño sin preguntar, pues ya estaba acostumbrada a eso.

Y él se encontraba...

En una posición algo incómoda...

Con los mokkes.

Estaba literalmente tratando de quitarle a los mokkes su sombrero y su dona.

Tipo podía flotar y quitárselos fácilmente.

Pero se le ocurrió la idea de dar saltitos solo para agarrar su sombrero y la dona.

No se lo pensó dos veces, abrió su mochila y sacó una bolsa de dulces. Cosa que llamó la atención de los mokkes.

-Les doy toda esta bolsa de dulces si sueltan la dona y el gorro de Hanako-kun. -Comentó con firmeza, con la bolsa de dulces en mano.

Aquellos conejos rosas soltaron el gorro y la dona, fueron directamente hacia la fémina para agarrar los dulces, cosa que ella se los dió en cuanto lo bajaron.

-¡Gracias, [...]-chan!-Agradeció el pelinegro, abrazando a la chica de un golpe.

Cosa que como su mochila estaba abierta, cayó todo su equipaje de ella con la merienda incluida.

-¡Dios, Hanako-kun!

¡Primer capítulo de este libro!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


¡Primer capítulo de este libro!

¿Les gustó~?

𝑫𝒆𝒔𝒂𝒔𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆𝒏𝒂𝒕𝒖𝒓𝒂𝒍𝒆𝒔;; 𝑯𝒂𝒏𝒂𝒌𝒐-𝒌𝒖𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora