𝐀𝐌𝐎𝐑 𝙸 𝚁 𝚁 𝙴 𝙼 𝙿 𝙻 𝙰 𝚉 𝙰 𝙱 𝙻 𝙴

ℰ𝓁 𝒫𝓇𝑒𝓈𝒸𝑜𝓁𝒶𝓇

Un leve escalofrío recorrió alrededor de mi cuerpo desnudo..El agua se tornó de una temperatura fría, cada vez más sentía frío mi cuerpo.

Mi rostro demacrado con un cigarrillo en mi mano izquierda, lo introduje en mi boca sintiendo una sensación cálida..,la misma que sentía al estar con ella...

Exhale sacándolo de mi boca suspirando, mientras cada vez más me relajaba...

Me sentía cansado, decaído, melancólico, triste...no...podía seguir sintiéndome mal....pero, ya no era como antes, me siento menos...decaído...había días en los que no podía hacer nada...no podía comer..ver algo en mi teléfono...o tan siquiera ir al baño a hacer una necesidad...No podía..el aburrimiento, junto con la pereza y la decadencia estaba acompañándome a todos lados..ni siquiera podía hablar...siempre tenía sueño...y dormía varias veces al día..

Pero desde mi segundo mes en este lugar, es algo que ya casi no siento..cómo dije anteriormente..

Apague el cigarrillo en mi pecho y salí de ese lugar, un poco mejor...o eso creo.

Una toalla en mi cintura me acompañaba mientras recorría la mitad de la casa hasta mi habitación..lo peor es que en mi propia habitación tenía mi propio baño...

Me senté en mi cómoda cama..y vi mi teléfono...ningún mensaje....

Esta es mi vida desde que me me aleje de Mei..Mei...Mínimo antes podía hablar con alguien...En serio fue lo mejor alejarme de mi única posibilidad de superarla..? Que idiota fui...

Aunque sabía que no iba a sobrevivir en ese lugar..tarde o temprano se que pasaría algo malo en ese sitio..

— ¡Señor Gojo..! —

Una linda niña de apariencia amable y dulce, saludo al mayor.

— ¿Que pasó, pequeña? —

Pregunto el mayor dedicándole una de sus mejores sonrisas a la menor.

— ¿Donde están nuestros uniformes? —

Pregunto con duda la pequeña.

— Mierda.. —

Dijo entre susurros.

— ¿Que ocurre? —

El mayor se puso nervioso y negó varias veces. De pronto un azabache salió y miró con simpleza al mayor con una expresión serena.

— Se le olvido comprarlos.. —

Le dijo el menor a su hermana.

El mayor rápidamente negó varias veces.

— No-No, no es cierto pequeño Megumi...S-Si los compre no te preocupes..So-Solo déjame ir por ellos, están en la recepción. No me tardo. —

Dijo apresurado el albino, tomó sus llaves y salió corriendo de el gran departamento.

— Si que es un idiota. —

Dijo el menor.

La pequeña le dio un codazo y lo miró con el ceño fruncido.

— No le hables así..Agradécele que nos sacó de ese lugar..E-Espeluznante —

Un leve escalofrío recorrió por el cuerpo de la pequeña.

El menor chasqueó su lengua, mientras rodeo sus ojos y se fue de la sala con el ceño fruncido..Algunas veces detestaba que lo regalara su hermana.