Seoho camina rumbo a casa, ha sido un día con muchas sorpresas.
Y todas gratas para su fortuna.
Tiene un chico que lo quiere, no sabe la cantidad de dinero que posee y aun así quiere estar a su lado, no es como otras personas que ha conocido con el pasar de los años.
Es amable, no trata mal a la gente, aunque ellos no hayan sido buenos con él, es trabajador y piensa en el bien de todos.
Es único.
Al avanzar nota que del otro de la calle camina un hombre que le resulta conocido, no sabe su nombre, pero le es difícil olvidar a quien molestó a su Keonhee.
Es el mismo que lo llamó de una manera tan despectiva el día anterior.
El moreno lo mira y le da una sonrisa, pero esta no parece amistosa.
Seoho no le teme y asiente en señal de haberlo visto, alza la mano ofreciendo un saludo que es correspondido de forma no verbal.
Sigue su camino hasta llegar a casa y entra, camina a la cocina encontrándose con Keonhee moviendo el contenido de una olla con una cuchara.
─Keonhee...
─ ¡Padre, hola! ─saluda saliendo de su trance─ ¿Le fue bien?
─Sí, gracias, ¿Pasó algo malo? -—pregunta al notar que está ansioso.
─No nada, ¿Quiere comer? ─cuestiona apagando el fuego─ traeré un plato.
Camina a buscar en la alacena, pero la mano de Seoho sobre su muñeca lo detiene, lo jala hacia él quedando muy cerca.
─Keonhee, dime la verdad ¿Sucede algo?
El bajito niega con la cabeza y se coloca en puntitas para alcanzar sus labios.
Seoho algo sorprendido sigue el beso, correspondiendo cada sentimiento que el contrario transmite con ese contacto.
Keonhee calla todas las voces pidiéndole le cuente a Seoho lo que sucede, no quiere pensar, tiene que lidiar con esto solo o las cosas empeoraran.
Él lo metió en esto y va a sacarlo de la forma que deba.
El bajito termina el beso y se aleja levemente, observa con dolor como la sonrisa genuina del mayor se forma con tan solo ese pequeño detalle.
Lo toma de la mano y caminan a la habitación, una vez llegan Keonhee se recuesta y observa al más alto mirándolo.
Muerde su labio inferior y le da una señal con la cabeza para que se acerque, el padre obedece colocándose sobre él y continúa con el beso que dejaron pendiente en la cocina.
Los labios de Seoho son traviesos, pasean por donde nota alguna parte de piel que la ropa de Keonhee no haya cubierto, este ríe y se da la vuelta quedando sobre el padre.
Se quita la camisa seguido de su pantalón, nota la mirada hambrienta del mayor, pero tiene algo más, se nota el deseo.
Pero también el amor.
Seoho quita a Keonhee de encima cuidadosamente y se quita su propia ropa quedando desnudo ante los ojos de su amante, cuando termina hace que Keonhee repose su espalda en el colchón, lo arrastra de las piernas hasta que llega al borde de la cama, abre sus piernas y se hinca quedando su rostro entre las nalgas de su chico.
─Eres tan perfecto que no puedo creer que seas mío ─asegura hundiendo su lengua en la entrada del menor.
Keonhee lleva sus manos a su boca para evitar sonar demasiado, pero siente mucho placer, la lengua del mayor creando un rudo y húmedo camino en su anillo es la sensación más erótica que creyó nunca recibir.
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Mi Religión [Seohee]
أدب الهواةSeoho es el nuevo padre de la iglesia. Keonhee un simple prostituto. autor/a original: RiosBJCS