611 90 3
                                    

Sana abrazo a Nayeon por la cintura, dándole una mirada significativa a Jeongyeon para que la ayude a calmar a la bestia mientras Tzuyu se mantenía a un costado, sintiendo vergüenza ante la afectiva atención que siente.

Como era de esperarse, sus amigas al ver el feo color en sus facciones, rápidamente dedujeron que fue lo que le paso y se alteraron, obviamente.

Jeongyeon tiende a ser más tranquila en estas situaciones, siendo la más impulsiva entre las cuatro, mientras Nayeon prácticamente salta al ataque molesta, jamás le gusto la violencia, de ningún tipo, menos abuso.

— Agárrenme que voy a ir a patearlos.

— Nay, tranquila. — Jeongyeon la rodeo con sus brazos, intentando que deje de moverse tanto y llamar la atención de los alumnos. Están en el pasillo, en el casillero de Tzuyu.

— Tranquila nada, golpearon a mi bebé. — Tzuyu es su denominada bebé desde que la vio perdida y solitaria en su primer año, 'adoptándola' de inmediato.

Ella es mi bebé, Sana no pudo evitar pensar mientras iba donde está, pasaba las manos por su cintura y plantaba un suave beso en su mejilla, verificando que se encontrara bien.

Tzuyu bajo la cabeza para alcanzar sus labios por un segundo, susurrando 'estoy bien' casi de manera inaudible, volviendo la vista a los mayores.

La campana sonó un segundo antes de todo eso.

Nayeon suspiro, rindiéndose. — Esto no se puede quedar así, Tzu.

La mencionada también suspiro, posando su palma en la espalda baja de Sana. — Lo sé, Nay, lo sé.

Cada quien se fue a su respectivo salón. Jeongyeon paso el brazo por los hombros de la menor, palmeando su espalda en toques reconfortantes mientras se mantenía en silencio.

— Aún sigue en pie eso — La mayor sugirió de forma distraída.

Tzuyu no le dirigió la mirada, en cambio encendió su celular para ver la hora y de paso observar la foto de Sana besando su mejilla que tiene como fondo de pantalla.

— Ya sabes mi respuesta.

Gracias ‣Satzu (hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora