❝Ella comenzaba a olvidarlo. Él estaba empezando a notarla. El silencio estaba de por medio. Ambos pensaban que uno no sabía de la existencia del otro. Las estrellas lloraban y el destino presenciaba como es que una historia de amor estaba por ser i...
I FOUND YOU "al otro lado del bar, debajo del desastre de alcohol y cigarrillos, hay diez horas más de vida que extrañaré pero ni siquiera las necesito de vuelta porque te encontré. No puedo creer que te conozca, no puedo creer que pueda mostrarte, ves, no tenía a nadie, hasta que te encontré." by james bay
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EN ESE TRIS DE TIEMPO, AUDREY DELPY NUNCA HUBIESE IMAGINADO QUE RIVER TRASK ACABABA DE SALIR DE TERAPIA. Su mente no alcanzaba a procesar o considerar que estuviera haciendo allí, a donde se dirigía o de donde venía. Sólo le importaba que lo tuviera enfrente.
Tenía ese mismo rostro tan juvenil que lo hacía parecer como un muchachito, seguía delgado y sus rizos rebeldes seguían adornándole de manera preciosa. Rememoró la noche en la que se dijo que si pudiera, le hablaría. De pensar eso, sus piernas le temblaron. Tan solo era, cruzar la calle, levantar dos de sus dedos, tocarle la espalda y hablarle. Estaba a unos metros de él. Más cuando este se volteó hacia la carretera, Audrey se apresuró a seguir su camino sin mirar hacia atrás.
Para su suerte, River no la había visto. Una parte de sí había sentido que alguien le observaba, lo que conllevó girarse hacia la otra banqueta. El que Antoine no estuviera lo tranquilizaba de por sí, pero le llamó la atención esa impresión que tuvo.
No hubo palabras o comunicación de por medio. No se encontrarían y uno de ellos no ubicaba al otro, pero ese pequeño instante ocuparía sus mentes por días.
Lo extraño de este caso es que, si en tres meses no se habían encontrado, a partir de ese momento, sus días se irían acoplando poco a poco.
Federico Darbon llegó esa misma semana. Al cruzar la entrada del aeropuerto hablando animadamente con River, se notaba a leguas que había estado esperando el momento de llegar e instalarse a Marsella, vistiendo una playera a rayas, un pantalón color crema y un saco del mismo color sosteniéndolo por su espalda, haciendo relucir el anillo de oro que llevaba en su dedo meñique.
