cap 23

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Jennie

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Jennie

Sabía que iba a ser raro volver a la escuela, pero nunca pensé que sería tan incómodo, algunos alumnos habían dejado rosas, velas y fotos en el casillero de Jessica, era algo que hacía que mi estomago se revolviera.

- Es una pena, ¿No? - Rosé tomé mi brazo llevándome a mi casillero.  - Debe ser difícil ser una de las últimas personas en verle viva antes que algún animal le devorara.

- Si. - Murmuré, sentí la fuerte mirada de Rosé sobre mí. - ¿Qué?

- ¿Hay algo que no me has dicho?

-¿Acaso piensas que yo le he atacado?

- ¿Qué?, claro que no. Te conozco lo suficiente para saber que tú no podrías hacer algo así. Lo que quiero expresar es que sé que me estas ocultando algo, Jennie. - Yo desvíe la mirada. - Jennie, somos mejores amigas desde que tengo memoria y nunca has ocultado algo.

- Esta vez es diferente, no puedo simplemente decírtelo, es complicado. De igual manera. confía en mí, cuando pueda decírtelo, lo haré. 

- Okay, pero sabes que si necesitas mi ayuda la tendrás. - Sonreí levemente, ambas empezamos a caminar a nuestra primera clase cuando una duda pasó por mi cabeza.

- ¿A ti te agrada Lisa?

- Por supuesto, ella es bastante agradable, linda y destaca en todo lo que hace, es la chica perfecta. - Yo sonreí al igual que ella.

- Pero a ti nunca te había agradado las personas con las cuales salía, ni siquiera Kai y eso que solían ser amigos.

- Si, pero con Lisa es diferente, con ella te haz enamorado de verdad. Quizás tú no lo has notado, pero yo si. Tu forma de tratarle, de mirarle e incluso sonreírle es diferente, nunca te había visto así por alguien. Además, Lisa es igual o peor, me dan diabetes. - Ella me dio un empujón haciéndome reír.

Cuando fuimos al salón Lisa aún no había llegado, que extraño ella solía llegar temprano a la escuela incluso silos chicos no estaban. Miré hacía el bosque tratando de observar algo, pero yo no tenía una supervisión.

Cuando la clase estaba terminando un fuerte rugido sonó atrayendo la atención de todo el salón, yo reconocía ese sonido. Me escapé del salón justo a tiempo cuando sonó el timbre, busqué a los chicos y sólo pude encontrar a Jisoo.

- ¿Qué es lo que pasa?

- Lisa se había escapado, pero creo que algo malo ha pasado por ese rugido. - Yo asentí levemente.

-¿Qué haces aquí?, ¿Dónde están los demás?

-Tenía un examen y los demás le buscaban, supongo que ya la hemos encontrado. - Tomé su brazo llevándola a la salida, poco me importaban las demás clases. - Hey, ¿Dónde vamos?

- Pues a buscar a Lisa, algo no me da buena espina.

- Eh, tú no puedes simplemente ir. Si te pasa algo ella me matará.

- Pues no me pasará nada, vamos. - Ella suspiró fuertemente y caminamos hacia el bosque. -  ¿Por qué no te conviertes y me llevas en tu lomo?

- ¿Qué?, claro que no. Camina, holgazana.

- Tardaremos más... - Murmuré y ella bufó, miró hacía todos lados antes de empezar a cambiar a un lobo grande, pero no tanto como Lisa. Ella se encogió un poco y yo subí, esto era genial.

Ella corría por el bosque y podía notar como trataba de rastrear a Lisa, cuando le encontramos ella se detuvo de golpe y yo quedé en shock por la escena. Ella estaba sollozando y tenía su pierna atrapada por una trampa para osos, pero esa no era su mayor herida. Su cuerpo tenía moretones y heridas abiertas, bajé rápidamente de Jisoo y me acerqué tomando su cara entre mis manos.

- ¡Debemos llevarle al hospital! - Toqué su frente y esta ardía en fiebre.

- No, eso no pasará. - Noté como ella liberó la pierna y tiró la trampa lejos. - Tengo que hacer que su sistema de curación empiece, dame tu polera.

- ¿Qué?

- Ella va a necesitar morder algo, no creo que quieras que te muerda a ti. - Me quité la polera y Jisoo le hizo morderla antes de fracturar su muñeca, Dios me dolió de sólo escucharlo. - Procura que no se desmaye, debo buscar ropa antes de que los gemelos lleguen junto a los demás.

- Bien. - Ella empezó a caminar, pero mi atención se fue a esos ojos que brillaban de un intenso rojo. - Todo estará bien... - Murmuré acariciando su mejilla. - ¿Qué ha pasado?

- Quería detener todo esto. - Ella desvió la mirada. - Y he fallado.

- No debiste hacerlo sola, pudiste morir. - Ella volvió a mirarme.

- No, eso no pasará. Pero no sé si tienes la misma suerte.

- Lo sabía, soy un peso muerto y... - Antes de poder decir algo más ella me besó.

Sus besos siempre son diferentes, pero este literalmente era un beso fuerte. Aquel beso me estaba dando energías y cuando abrí mis ojos noté como sus heridas sanaban rápidamente.

- ¿Qué es lo que pasa? - Murmuré viendo como sus moretones ya estaban mejor.

- No eres un peso muerto, tenerte a mi lado ha hecho esto. - Ella acarició mi mejilla. - Tú me haces fuerte.

- Eres demasiado buena conmigo. - Besé la punta de su nariz y ella sonrió. - ¿Ya sabes quién ofreció la recompensa? - Ella asintió y noté como su cuerpo se tenso.

- Jerad.

- ¿Quién?

- Mi abuelo, él quiere que ocupe el lugar de mi padre en su manada y no quiere que tú ensucies nuestra sangre pura, o eso ha dicho él. Es un idiota.

- Quizás nosotras...

- No te atrevas a decirlo. - Ella me interrumpió rápidamente. - Prefiero que me disparen una flecha en mi corazón a que lo rompas. - Suspiré. - No dejaré que él me separé de ti, ¿Lo entiendes?

- Me siento tan inútil. 

- Pues hablaré con Bambam, él empezará a entrenarte para que ya no seas un peso muerto.

- No te preocupes, ya no seré una doncella en apuros.


Si hay algún error ortográfico o algún error al adaptar me avisan para arreglarlo

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Muchas gracias por leer y espero que les este gustando esta adaptación

She Is The AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora