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Lisa
Entraba a paso lento a la escuela, mi cuerpo podía sanar rápidamente, pero aún así podía estar cansada y adolorida. Sólo quería meterme en una tina llena de hielo, pero Jin no me dejaba pues era parte de mi entrenamiento, sea lo que sea que está tratando de hacer dudo que me sirva para defenderme si me atacan en este momento, estoy agotada. llegaba tarde así que preferí esperar al comienzo de la nueva clase.
- ¡Aquí estás! - Mi cuerpo se estrelló contra los casilleros y él tomó el cuello de mi chaqueta levantándome, vi sus ojos llenos de ira. - ¡Por fin das la cara, maldita zorra. Por tu culpa Jessica está muerta. No sólo me quitas a mi novia, sino a mi prima!
¿Eran primos?, ¿Eso significa que él también tenía sangre sobrenatural?, eso me daría razones para golpearle pues no moriría, pero él no parecía tener características de algún ser sobrenatural que exista. Algo raro pasaba aquí.
Su puño impactó en mi nariz y dolió como mil demonios para ser humano, aún así seguía sin ser una fuerza sobrenatural y yo si que sabía acerca de golpes de ese tipo. Mi cuerpo estaba muy cansada como para levantarme con rapidez y golpearle, así que opté por algo que me había enseñado mi padre, golpear su entre pierna cuando intentó patearme.
- Hija de perra. - Gruñó. Cuando me levantaba sentí su puño contra mi estómago, me costaba respirar mientras él me golpeaba sin parar.
Me sentía inútil, apenas y podía moverme, para peor era un simple humano. Si Jin no hubiese explotado mi cuerpo me evitaría todo eso y seguramente lo hubiera dejado inconsciente en menos de un pestañeo. Sentía mi sangre hervir y de pronto el sentimiento de cólera me invadió cuando intentó patearme, tomé su pierna haciéndole caer de golpe.
- Haré lo que debí haber hecho hace mucho. - Me abalancé sobre él y empecé a golpear su rostro a pesar de sus intentos de detenerme.
- ¡Lisa, dejale! - Quité con fuerza a la persona que trató de separarme y mi corazón se detuvo al ver las gotas de sangre cayendo al piso, le había lastimado. - Duele...
Abrí mis ojos sobresaltada, estaba en el medio del bosque y los chicos a mi alrededor, Jin me miraba fijamente y yo no tardé en levantarme.
- ¿Dónde está Jennie?
- Lis, relájate. Estás saliendo de un trance, no puedes salir de aquí.
- Jin, ¿Dónde está? - Gruñi.
- Estoy aquí. - Jennie llegó con unas coronas de flores entre sus manos. - Estaba haciendo coronas mientras Jin estaba creando imágenes en tu mente, dijo que era mejor no estar cerca... - La atraje entre mis brazos y cuando aspiré su dulce aroma mi corazón volvió a latir con tranquilidad.
- ¿Por qué has hecho eso? - Miré a Jin.
- Probaba algo. - Me separé de Jennie.
- Pues para la próxima que trate de descansar un poco trata de no meter pesadillas en mi mente. - Él sólo asintió, pero algo me decía que ocultaba algo más por la presencia de Jennie.
- Mira, te he hecho una corona. - Yo sonreí levemente cuando ella puso una de las coronas sobre mi cabeza, ella puso la suya y yo le di un rápido beso.
- Pero que tiernas son. - Jisoo llegó pasando el brazo sobre mis hombros. - ¿Sabes que cuando las mujeres lobos se unen a su mate suelen usar coronas de flores en las ceremonias?, es casi como un símbolo que representa a la naturaleza y como ella siempre será parte de nuestra vida.
- Bueno, nosotros sólo tiramos arroz. - Jennie bromeó haciéndome reír. Me gustaba que ella tomara tan natural todo este tema.
- Chicas, pueden ir al pueblo. Hemos terminado por hoy. - Jin empezó a tomar algunas cosas y nosotras asentimos.
Aquel día Jennie me había acompañado a mi entrenamiento de manada, lo cierto era que ella me había acompañado para poder estar un tiempo a "solas". Algo era algo.
Por lo que había entendido en el mundo de los humados tenían muchos prejuicios sobre el amor, era una lastima que a pesar de los años siguiera así. Aunque no lo entendía, se suponía que sus religiones al igual que la nuestra promovía el amor, pero ellos eran los primeros en rechazarlo cuando algo era fuera de lo común. No me imaginaba lo que pasaría si los padres de Jennie se enteraran de lo que pasa entre nosotras, o aún peor, si se enteran que yo era una mujer lobo la cual buscaban pues su abuelo la quiere como sucesora y planea eliminar a su hija.
- Estuve leyendo. - Jennie llamó mi atención. - acerca de la mordida.
- Okay...
- Creo que mi sangre es 100% humana, no estoy segura, pero es muy probable que termine siendo una mujer loba, como tú. - Ella entrelazó nuestros brazos mientras caminábamos por el centro de la ciudad.
- No tienes que aceptar la mordida si no quieres. - Murmuré. - La verdad, es que quiero que estes completamente segura de esto pues la marca nos cambia.
- ¿Cómo?
- Nuestros sentimientos se harán más fuertes y permanentes, al menos en mi caso. No sé que pasará exactamente con los humanos, pero sólo sé algo que pasa con todas las especies. - Ella me miraba atenta. - Esta marca o mordida crea una intensa conexión entre nosotras, aún más de la que ya tenemos, hasta el grado de que cuando tu sientas miedo o algún tipo de emoción negativa te arderá hasta que yo lo calme.
- ¿Y cómo sería eso? - Me sonrojé levemente.
- Debemos lamerla. - Ella me miró algo asombrada.
- Vaya, eso no lo decía el libro. - Yo me encogí de hombros.
- Es la letra pequeña del contrato, por así decirlo.
- Uhm... cambiando de tema. - Ella miró nuestro alrededor notando que no había mucha gente. - Estaba pensando en la obra...
- Lamento hacer que le mintieras a tu padre, pero Jin se encargó que nada nos apuntara y...
- Oh, eso. Muchas gracias. - Sonreí levemente.
- Y... quería saber si podías cantarme antes de dormir, esta noche.
- Pero esta noche tú no me haz invitado.
- Pues ahora lo estoy haciendo.
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Si hay algún error ortográfico o algún error al adaptar me avisan para arreglarlo
Muchas gracias por leer y espero que les este gustando esta adaptación
