¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jennie
- ¡Por favor mantén tus ojos abiertos! - Su respiración era agitada. - ¡No, no puedes dejarme!
- Te amo.
La calefacción de la camioneta era cálida, Tae miraba con atención el camino y Suga iba en el copiloto atento de cada movimiento, los gemelos que iban a mi lado iban tarareando una canción mientras miraban la ventana.
- Gracias por hacerlo. - Miré a Tae a través del espejo retrovisor. - Jerard la hubiese asesinado.
- Gracias por confirmar mis sospechas. - Él se limitó a asentir.
- Te hemos conseguido algunas armas para que puedas ayudarnos, nada es mortal para ellos. - Suga no despegó su atención de nuestro alrededor. - Eres muy valiente, niñita.
- Estoy lo suficiente enamorada como para cometer esta clase de locuras. - Nadie dijo nada y los hermanos seguían tarareando su canción.
- ¿Qué canción es esa?
- Pues, no la sabemos. - Ambos tenían una pequeña sonrisa. - Lisa solía cantarla cuando estaba nerviosa.
Nos detuvimos en medio de la nada e intercambiamos miradas. Sabía que habíamos llegado y mi cuerpo empezó a temblar, sentía miedo y mi marca empezó a arder un poco.
- Empecemos, iremos a nuestras posiciones. Jennie, no te separes de mi. - Yo asentí rápidamente ante las órdenes de Tae, según los gemelos era el hermano más fuerte luego de Lisa. Bajamos de la camioneta y vi a Bambam con sus ojos brillando como el fuego intenso.
- Empecemos. - Él se veía algo emocionado, sólo esperaba que no quemara todo el lugar.
Fuimos a nuestras posiciones mientras los gemelos trepaban entre los árboles como unos simios, Tae no tenía la necesidad de comprarse lentes para ver entre la oscuridad así que estaba bastante atento a todo.
- Mira, ahí está el dron de los gemelos. Son muy inteligentes a pesar de lo que demuestran.
- Lo hacen para que la gente los subestime, cuando los has visto crecer te das cuenta de muchas cosas. - Murmuró
- ¿No tienes un mate?
- La tengo, pero aún está en Inglaterra. Para ella no es tan fácil dejar la manada pues sus padres son familiares de nuestro antiguo Alfa. - Yo asentí levemente. - Y al verdad prefiero que esté allá a salvo que aquí. Ella tendrá unos cachorros.
- ¿Está embarazada? - Pregunté asombrada, él sólo rió levemente.
- No, ella literal tendrá cachorros. Nuestra perra está embarazada.
- Oh.
- Silencio. - El sonido casi silencioso del gas podía escuchar.
