cap 9

720 95 2
                                    

Lisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lisa

- Ya has llegado. - Irene me recibió con un abrazo y hasta ese momento no supe cuanto había necesitado uno. - Hola hermanita.

- Iré a mi habitación. - Jennie desapareció dentro de su casa y Irene cerró la puerta.

- Le gustas.

- ¿En serio lo crees? - Pregunté mientras ella sacaba su celular.

- Claro que sí, eres muy lenta si no lo has notado.

-De donde vengo las cosas son diferentes. - Me encogí de hombros mirando mi teléfono. - Vamos, Felix me dijo que cerca del parque hay un pikachu.

- Apresúrate. - Ella tomó mi brazo haciéndome correr.

Cuando volví a casa todo estaba en silencio, bajé al sótano y pide escuchar fuertes gruñidos. Jin había comprado una casa aislante de ruidos así que no me preocupaba. Me senté sobre la lavadora mirando  como Felix observaba fijamente al hombre que quiso atacar a Jennie en el bosque.

- ¿Ha dicho algo? - Felix negó, el hombre de nuevo recibió una descarga. Estaba conectado a una máquina que evitaba su transformación electrocandole, no tenía ni la menor idea de porque Jin tenía algo así.

- No ha dicho ni una sola palabra, supongo que Jin estará buscando la forma de hacerle hablar. -Yo asentí. - Iré  por algo de comida, vigilale.

- Esta bien. - Él subió y yo lo observé fijamente al hombre que me daba mala espina. Sus heridas ya estaban sanando pero el proceso era lento.

- Supongo que mejorarán en un mes a este paso, dicen que los ataques de un verdadero alfa dejan marcas. - Me sorprendió que aquel hombre hablara. - Si no vuelvo a mi manada en un semana vendrán a buscarme, y te advierto que eso no significa nada bueno.

- ¿Qué hacías aquí?

- Te buscaba. - Miré sus ojos. -Y no soy el único que lo hace.

- ¿Por qué?

- Al parecer alguien te quiere viva a si lado. - Le mire confundida. - ¿Es que no te lo han dicho?

- ¿Decirme qué?

- Se acabó el tiempo. - Él sonrió sombriamente, Felix abrió la puerta y bajó  con una botella de agua y algo de comida.

- Te traje algo de comida.

- Tenéis  que soltarle. - Dije sorprendiendole. - Que Jin le haga olvidar lo que pasó aquí, pero tiene que irse ya. - Me levanté.

- ¿Qué es lo que pasa?

- Me buscan. - Aquello no pareció sorprender a Feliz. - ¿Lo sabias?

- Era mejor que no lo supieras, no podemos huir de aquí. Si te separas de tu mate....

- ¿Tienes un mate? - El hombre habló sorprendido. - Oh, oh.

- ¿Qué pasa? - Me senté frente a él.

- Nada. - Él sonrió.

- Te mandaron a búscale, ¿No? - Felix tomó su cuello apretandolo. Felix era un tipo duro, supongo que por eso le pusieron a él a cargo. - ¿Por qué la quiere?

- Quien nos mandó a buscarle busca a su mate. - Él simplemente lo dijo como si el agarre no le afectará. Felix le soltó y me golpeó de sorpresa, por instinto mis garras salieron para atacarle pero él tomo mi mano y la enterró en la parte trasera de su cuello.

Desperté sobresaltada notando que estaba en la veterinaria, la luz era tenue y vi una nota sobre la mesa. Era de Jin diciéndome que estaba en casa, ¿Cómo había llegado aquí?, el recuerdo de Felix inscrustandi mis garras en el cuello de aquel hombre vino a miente, por supuesto. Estaba lloviendo fuertemente, tomé mi celular viendo que era tarde. Era muy probable que hubiese perdido el control y me dejarán aquí pues el lugar estaba hechizado para calmarnos y evitar que perdiéramos el control. No podíamos salir de aquí si estábamos en nuestra forma sobrenatural o controlados por ella.

Llamaron a la puerto y quedé algo confundida, el lugar estaba cerrado. Fui a la puerta notando que era Jennie, fui rápidamente y ella quedó sorprendida al verme.

- ¿Qué pasa?

- Atropellé a un perro y... necesito que le ayudes. - Asentí, en mu antigua comunidad nos habían entregado para todo. Fui a su auto y tomé al agresivo perro, lo intimidé mostrándole mi mirada y éste se tranquilizó. Lo llevé dentro y lo dejé sobre la mesa, no parecía nada más grave que una lesión lesión su pata trasera.

Cuando la toqué pareció dolerle,  acaricié si pelaje relajandole antes de ir por las vendas. No necesitaré darle analgésicos pues teníamos la capacidad de quitarle el dolor a otros seres vivos lo cual les ayudaba a sana más rápido, vendé su pata antes de volver a tomarlo para dejarle con los demás animales que Jin cuidaba.

- Irene volvió tarde a casa.

- Trataré de llevarle más temprano mañana. - Dije ordenando el lugar. Miré por la ventana al cielo notando que pronto la luna estaría llena.

- Ella llegó muy feliz.

-Supongo. - Irene me había dicho que tratase de evitar comentar que ambas habíamos ido a jugar Pokemon Go.

- Tus acciones se contradicen. - Me voltee a mirarle. - Dices que te gusto pero tú...

- No tienes derecho a reclamarme nada cuando eres tú la que tiene novio. - Ella al parecer no esperaba que le dijiese algo así. - Lo siento, estoy cansada. - Murmuré bajando la mirada, no debería hacerlo se supone que los Alfas no bajanban la mirada ante nada.

- No, tienes razón, no tengo derecho a reclamar nada. Es sólo que desde que llegaste... - Ella se calló y le miré confundida. - desde que llegaste sólo puedo pensar en ti. - Ella se acercó a mí tomando mi cara entre sus manos y unió nuestros labios.

Aquel era mi primer beso.

En mi comunidad la mayoría tenía a su mate, y siempre quise reservarme para aquella persona como lo había hecho mi padre. Mis labios actuaban por si sólo, como si aquellos labios lo hubiesen conocido en mi vida pasada, como si mi corazón hubiese esperado este momento toda su vida, y estaba casi segura que era así.
Nuestra especie creía que la diosa Luna nos elegía a nuestra mate por una razón, porque esa persona iba a ser todo lo que íbamos a amar en nuestra vida ya seamos Alfa, Betas u Omegas, nuestra vida iba a depender de ella por eso haríamos lo que fuese por esa persona, pues nuestra mate era más que muestra completa de vida, era nuestra luna que no sólo nos iluminaria nuestras noches, sino también nos acompañaría en nuestros días.

- Yo... lo siento. - Ella se separó rápidamente de mí. - Dios, santo. Kai... - Volví a capturar sus labios entre los míos, mordí con suavidad sus labios. - Lisa.

- Cállate, Jennie. - Ella asintió volviendo a capturar sus labios.

Si hay algún error ortográfico o algún error al adaptar me avisan para arreglarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Si hay algún error ortográfico o algún error al adaptar me avisan para arreglarlo

Muchas gracias por leer y espero que les este gustando esta adaptación

She Is The AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora