Capítulo 11: Amazonas

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ALCANTARILLAS, NEW YORK

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ALCANTARILLAS, NEW YORK. 8:30 PM.

DESDE HACE UN RATO, SOLO HABÍA ESO, silencio. Un silencio tan abrumador, tan profundo, uno al que no estaba acostumbrada. Soledad, eso se sentía en el aire, a la par del amargo sabor de inconformidad. Estaba sola en aquel lugar tan grande y aún desconocido para ella. Se había acostumbrado a verlo tan ruidoso y lleno de vida, que no se dio cuenta de cuán inmenso era.

Habían pasado unas 19 horas desde que los mutantes partieron tras la pista de Bebop y Rocksteady. Su destino: El gran e imponente Amazonas. Si bien la selva Brasileña podría presentarse como un atractivo destino turístico, lleno de aventura, naturaleza y vistas preciosas, algo le palpitaba constantemente que no sería así; preocupación.

Antes de irse, Donatello realizó unos chequeos extras, solo para asegurarse de que Roa estaría bien mientras él no estuviera cerca para ayudarle. Por otro lado, el menor de los hermanos se mostró mucho más alegre y eso alivio a la morena en cierto modo. Temía que los sucesos turbulentos siguieran carcomiéndole la conciencia al pequeño Mikey.

Eso por una parte.

Con los otros dos mutantes fue un plano muy distinto. Leonardo aún se encontraba tenso, no necesitaba analizarlo mucho para estar segura de ello. Imaginaba las razones y realmente no lo culpaba. Cargar con todo esto de ser un líder al caparazón, por más resistente que este fuese, no debería de ser sencillo, mucho menos si estaba solo.

"—No seas tan duro contigo, ¿quieres?"

Fue lo mejor que pudo decirle. Roa entendía su inquietud y la frustración que probablemente le taladraba la cabeza, y aunque fueran sólo simples palabras, realmente esperaba que le hubiesen ayudado en algo.

¿Raphael? Raphael era otra historia.

Por más que la italiana intentó hablar con él, ni siquiera recibió una mirada de aquel enorme pedazo de testosterona y mal carácter. Durante toda la reunión para planear lo que debían hacer, nunca le miró a los ojos. La evito por completo, como si ella no estuviera allí, en la misma sala que él.

Mentiría si dijese que no le afecto.

Maldita sea ¿a quien quería engañar? Claro que le afecto, más de lo que le gustaría. ¿Qué rayos le sucedía ahora? Después de todo lo que había pasado, ¿así se iba a comportar?

Molestia, ya había pensado más de una vez en molerlo a golpes -claro, como si eso fuera posible-. Si tan solo no hubiese estado herida, quién sabe, quizás le hubiera encarado allí mismo, delante de todos. Con una buena cachetada los hombres entran en razón, ¿no es así?

—Sciocco, Raphael. ¡Sei completamente stupido! —era la quinta vez que lo insultaba, frustración.

Si se ponía a pensar, las cosas se distorsionaron muchísimo en solo 3 días. Parecía irreal, pero allí estaba "intentando salvar Nueva York" claro, por supuesto. ¿A quien quería engañar? ni siquiera pudo evitar que Casey fuera arrestado por la policía, mucho menos lograría salvar una ciudad entera.

*.•𝙎𝙘𝙞𝙤𝙘𝙘𝙤 | Raph.•.* | tmnt 2014/2016 ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora