Sciocco: adj. [persona]
Que es ingenua y carece de malicia.
En términos generales, él era un idiota testarudo que no dejaba mostrar ningún atisbo de debilidad ante nadie. Un protector letal oculto en las sombras.
Ella era la otra idiota que logró p...
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CALLES DE MANHATTAN, NEW YORK. 10:20 AM.
Esto debía ser una jodida broma de mal gusto, una de muy mal gusto. Una invasión alienígena. ¡Una maldita invasión, perfecto! No estaba ocupada esa mañana, así que con gusto asistiría para darle la bienvenida a un ser extraterrestre con ganas de conquistar el planeta.
"No entres en pánico, no entres en pánico, no entres en pánico..."
Lo cierto es que Roa ya tenía su tienda de acampar completamente instalada en el pánico, aunque no lo pareciera. Su mente estaba entrando en un colapso, abrumándola y soltando los peores escenarios posibles como si de bombas se tratasen.
Y entonces lo supo, su intuición había predicho algo como eso, le gritó en susurros que algo más grande estaba sucediendo. Su intuición nunca fallaba. Por supuesto que algo gigante pasaba, ahora todo estaba conectado y... April y las tortugas lo sabían.
"Siempre lo supieron..."
Todo este tiempo, su objetivo nunca fue capturar a Bebop y Rocksteady. Su objetivo era evitar que esto pasara, que un portal alienígena se abriera. Ellos lo sabían, pero nunca les dijeron absolutamente nada.
"Pff, de igual forma ¿por qué lo harían? No somos más que extraños para ellos, fuimos nosotros quienes llegaron de la nada a entrometerse..."
Y aunque hizo su mayor esfuerzo por convencerse de que estaba bien, luego de ese pensamiento, algo en ella dolió. Les había tomado cariño a esos seres. Creyó que realmente eran un equipo, que eran amigos, Splinter le llegó a mencionar a la familia incluso. Se sintió como una idiota...
Una idiota traicionada. Quizás estaba teniendo pensamientos extremistas, pero toda esta situación la llevó a su límite. De todos modos, no era la primera vez que le mentían.
Vaya mierda.
—Roa —Casey llevaba un rato tratando de llamar la atención de la morena sin mucho éxito. —¡Roa, hey!
—¿Eh? —por fin había salido del trance en el que se había sumergido desde que salieron de la estación de policía.
—Llegamos —anunció mirándola a través del espejo retrovisor del auto. Ambos compartieron una mirada breve, pero significativa. Asintieron y bajaron del auto, después hablarían.
Luego de que el portal se abriera, April recibió una llamada de Donnie, quien le dio detalles de lo jodido de la situación. Minutos después, la castaña se encontró hablando con la jefa Vincent con total seriedad sobre la única salvación de la ciudad: los chicos.