Amber se encontraba de pie frente a la antigua cocina de su infancia, en aquella casa que ahora parecía más vasta y desbordante de una inquietante familiaridad. Los detalles, sutiles pero perturbadores, desafiaban la lógica: los muebles se desplazaban imperceptiblemente, y los cuadros en las paredes, al ser observados, parecían cobrar vida, sus figuras moviéndose en un inquietante y silencioso ballet.
A medida que sus sentidos se van despertando, nota un ligero aroma a flores que llena el ambiente, pero no siente que respira, era extraño, además, es un aroma que nunca antes había percibido. Al mirar a su alrededor, Amber se da cuenta de que los objetos en la habitación son conocidos, pero también diferentes en cierto modo; hay fotografías familiares en los muebles, pero las personas que aparecen en ellas se desvanecen y cambian cada vez que intenta enfocar la vista. Mientras se sumerge en la magia de este extraño despertar, una sensación de asombro y curiosidad se apodera de ella.
—¿Amber? Ven, siéntate a desayunar—dice una voz masculina detrás de ella.
Al voltear, ve a un hombre de espaldas que se encuentra parado frente a la encimera de la cocina, iluminada por los suaves rayos del sol. Su figura es alta y bien formada, con hombros anchos y una postura erguida que denota confianza. Viste una camisa azul de mangas cortas ligeramente ajustada y un delantal blanco, indicando que está listo para poner manos a la obra en la cocina.
Sus cabellos largos y oscuros están bien peinados, revelando una apariencia cuidada, y la nuca se curva ligeramente, dando un toque elegante. A medida que mueve los brazos, se pueden apreciar músculos definidos. Sus manos, fuertes y seguras, se mueven con destreza mientras corta con habilidad unas rebanadas de pan para el desayuno. Todo en él era extrañamente familiar y sereno.
—¿Papá? Papá... ¿estás aquí?—preguntó entre susurros.
—Si, estoy aquí...—dice el hombre soltando una risa jovial, como cuando lo escuchaba hablar con su madre entre risas y chistes tontos—. No pude pegar un ojo, Cali no paraba de llorar.
—¿De llorar? Pero ella ya no llora...—balbuceó confundida—. ¿Dónde estabas? Papá... ¿Dónde has estado todo este tiempo?
—¿Dónde? ¿De qué estás hablando? Siempre he estado aquí.
—¿Aquí?
—Sí, aquí.
Por una fracción ínfima del tiempo, Amber experimentó un destello de seguridad y alivio, un sentimiento efímero pero profundo, anclado en el bienestar de su familia. Una sonrisa trémula se dibujó en su rostro, mientras una ola de recuerdos, años de dolor y sufrimiento, revoloteaban en su mente como aves liberándose de las garras del tormento. Sin embargo, de repente, sus ojos captaron la escena de su padre desde una perspectiva extrañamente baja. Al bajar la mirada, observó sus manos, ahora mucho más pequeñas, como las de un infante, y la revelación la sumergió en un abismo de desconcierto y horror.
—Papá, ¿A dónde vas?—pregunta con tristeza acercándose a él.
Su propia voz sale aniñada y chillona, como la de una niña, mientras que él, simplemente la observa con simpatía; ella apenas alcanza a ver su rostro, todo está borroso.
—Amby, hija, tengo que irme, volveré pronto, pórtate bien, ¿De acuerdo? —dice, ahora con maletas en las manos, mientras la envuelve en un cálido abrazo.
—No, papá, detente, no te vayas, ¿Por qué te vas?
—Lo lamento, volveré pronto.
—¡Mentiroso! —gritó entre lágrimas, mientras él toma sus maletas y sale rápidamente por la puerta.
Sus pasos se alejaban rápidamente, y por más que ella intentaba alcanzarlo, la distancia entre ellos parecía insalvable. Era como si estuviera destinada a seguirlo sin éxito, una sensación de desconexión que la llenaba de angustia. El escenario cambió a un bosque, sombrío y borroso. Los árboles se alzaban retorcidos, proyectando sombras inquietantes sobre el suelo cubierto de hojas secas. El viento susurraba melancólico entre las ramas, como si el bosque mismo intentara comunicarse con ella, pero no podía detenerse a escuchar.
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Instinto Animal |Reescrita|
FantasyAmber Evans parece ser sólo una chica común, disfruta de la compañía de sus amigos, su trabajo de medio tiempo y el amor de su familia. Sin embargo, tras un oscuro encuentro en el bosque, despierta un legado oculto que la sumerge en un mundo de mist...