CAPÍTULO Q U I N C E

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Madrid

Ayudo a Carlos a guardar las cosas que le hace falta en la maleta, mientras que él juega con milo. Estos días lo pasamos en mi departamento, antes de que viaje a Monza. También estuvimos con nuestras familias compartiendo y dando la noticia de que lo nuestro es oficial.

Nuestras familias están felices de que estemos juntos, lo primero que dijo mi mamá, fue que tarde o temprano pasaría, las madres nunca fallan a su lógica. Nuestra relación es un poco privada, por no decir demasiado y ambos estamos de acuerdo en que sea así.

Pasar con Carlos es divertido y excitante. En algún punto somos diferentes, él a veces es tranquilo y correcto, mientras que yo soy más arriesgada, queriendo explorar nuevas sensaciones, ya saben a lo que me refiero. Cada vez que reímos lo miro detallando su rostro hasta que lo abrazo, me encanta abrazarlo.

Si me hubieran dicho que estaría en una relación con mi amigo de toda la vida, con un piloto de fórmula uno, no lo hubiera creído, suena a la típica historia, pero esta es diferente.

- Te extrañaré. – me abraza por la espalda. – ven conmigo. – me giro y río al ver su puchero.

- Tengo trabajo que hacer. – acaricio su cabello. – nos veremos después de Sochi.

- ¿Es necesario que viajes? – se sienta y quedo encima.

- Si cariño. – besa mi cuello, él sabe que en esa zona mi cuerpo pide más. Carlos está travieso.

- Miami está muy lejos.

- Lo sé, pero trabajo es trabajo. – sonrío. – tengo un par de sesiones y reuniones. Mi hermano me acompañará.

- Dos semanas.

- Dos semanas cariño. – sonrío. – así que podemos aprovechar esta noche. – lo empujo para que quede acostado, pero me acuerdo de que milo está con nosotros. – espera. Camino sacando a mi bebé un rato y cierro la puerta.

Carlos atrapa mis labios con un beso salvaje. Mis sensaciones físicas están a flor de piel, toqueteo sus pectorales y él acaricia mis mejillas y poco a poco sus manos bajan a mi cintura.

Entre mordidas, jadeos y besos húmedos, Carlos me llevó a la cama dejándome debajo de él. Poco a poco nos deshicimos de la ropa, profundizando los besos y haciendo que las caricias sean más atrevidas. Mi cuerpo lo pedía y sé que él también. No aguantamos más y dos cuerpos que encajan a la perfección, se convierten en uno.

Entre gemidos y jadeos terminamos. Me he dado cuenta de que las risas no faltan, lo que hace que sea más especial el momento, no solo es acción, con Carlos todo es diferente. Amo que sea así, amo estar aquí.

- Mi corazón es tuyo Isa, siempre lo ha sido. – murmura cansado y lo abrazo sonriendo, pero poco a poco el sueño me vence.

- Te amo. – pienso.

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Bostezo levantándome de la cama y veo a milo dormir sobre la alfombra.

- Quiero tener esta vista siempre. – me acerco dándole un beso de buenos días. – huele delicioso. – empiezo a preparar café.

- Si me acompañas a todas las carreras la tendrás. – me da una nalgada.

- Alguien amaneció atrevido. – bromeo.

- ¿Cómo durmió la princesa? – besa mi frente. Amo cuando lo hace.

- De maravilla. – sirve el desayuno dejándolo en la isla. Me siento, pero Carlos no. – ¿pasa algo? – se queda pensando, pero niega. – Carlos...

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⏰ Última actualización: May 26, 2022 ⏰

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La vida de Isa FerrerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora