CAPÍTULO 16.

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La ironía en toda su extensión era todo eso que les sucedió. La pareja estaba segura que en todo el tiempo que estuvieran juntos lo ocurrido esa noche sería inolvidable en su totalidad; convirtiéndose en el motivo de la risa como la que en su momento estaba presente, yendo de vuelva a casa por la mañana. ¡Con el auto completamente reparado!

—Ella mintió, ¿No?— Zhan dijo entre risas. —En realidad tenían más habitaciones y sabía que había un reparador en el hotel, pero no nos lo dijo.

Wang YiBo quiso reprimirse de hacer un comentario que sabía, haría de Xiao Zhan un completo tomate. Apenas lo logró, no pudiendo hacer nada más que asentir con la mirada fija en la carretera, seguido de terminar en carcajadas otra vez al escuchar el inicio de la risa del pelinegro.

Y es que el simple hecho de que en realidad tuvieron su solución a tan sólo unos metros de su distancia por la noche era tan tonto, que para no avergonzarse se reían. Además de que la chica mintió de su cantidad de disponibilidad en los cuartos de hospedaje, haciéndolos pasar la noche juntos.

Cuando había amanecido, inclusive antes de que Zhan despertara, el castaño se adelantó para quizá intentar ver si ya existía alguna otra manera de poder irse, decidiéndose por estresarse en ese momento. Resultó ser que en justamente en el instante en que la recepcionista volvía a atenderlo, un hombre de mayor salía de entre la visibilidad de los demás autos, medio sucio.

Entre en medio de aquello, su solución llegó. ¡Ese hombre había estado ahí incluso desde antes que llegaran! Pero nunca lo vieron; tan absurdamente que su consecuencia fue la vergüenza por estar juntos en una sola cama, con la tensión a más no poder.

Sin embargo, aunque YiBo jamás faltó a Zhan, la cohibición en ambos no se fue hasta que salieron del lugar con totalidad, ingresando al carro ya reparado de nueva cuenta; comenzando así con esas bromas por su tontera.

Seguirían, si no fuera por el menor, que suspiraba con profundidad, desvíando su rostro a un costado, recostándose. —Tengo sueño...— Alargó la última letra. —No estás hablando de repente.

—Todavía falta mucho para llegar a casa, puedes dormir, está bien.— Concordó, girándose para verlo brevemente, sonríendo de cariño al verle sus mejillas abultarse por su posible sonrísa. —Después iré a la Estación.

—¿Estación?— De pronto inquirió, volviendo su cara a su dirección.

—Tenía turno anoche. Pensaba ir cuando volvieramos del árbol de deseos, pero pasó eso.— Terminó, negando con su cabeza en cuánto percibio ese sonido de reproche que Zhan empezaba a formar para él. —Tranquilo, lo reprondré este día, quizás lo acabe a eso de las cinco, aún es temprano ahora.— Pausó un segundo. —...Pero quiero volver a salir contigo otra vez una vez que salga.

Xiao Zhan sonrió, divertido hasta hacer que en su naricita se formaran unas tiernas arrugas. —Sólo dime que no será en medio de la nada.

—No, no.— Interfirió rápido. —¿Qué tal el cine?

—¿Si quiera existen aquí?— Burló un poco. Aún llegaba a tener esas dudas.

Wang YiBo le hizo una expresión incrédula, enarcando una ceja. —Llevo tanto tiempo en este lugar. A lo que recuerdo, existe todo lo que en la realidad, sólo que en lugares diferentes.

My Boyfriend Is A... ¿¡Videogame!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora