CAPÍTULO 19.

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Ver la vida pasar frente a sus ojos cuando Xiao Zhan perdió el equilibrio fue lo más horrible que alguna vez presenció. Estaba entre la espada y la pared; él caía lentamente al vacío desde un casi doceavo piso, y el terror invadiéndolo le hicieron tener la suficiente adrenalina como para reaccionar. 

De entre los barrotes que lo sostenían, Wang YiBo se impulsó de tal manera en que pudiera aproximarse a Xiao Zhan de la misma forma; cayendo desde ahí. Extendía todo su brazo, tratando de alcanzarlo, y el último lo alzaba con el rostro lleno de pánico y esperanza mientras sentía como sus dedos empezaban a rozarse.

Y todo fue tan rápido cómo la cálma llegando a sus cuerpos. Wang YiBo alcanzó su mano con fuerza, alzándose él para lograr agarrarse con su otra mano libre de un par de tubos que se cernían atravesados, impidiendo así que pudieran caer. Lo había atrapado, ya no faltaba tanta altura para que ellos se hubieran impactado al suelo y aquello le traía una sensación exaltada.

La impresión todavía estaba presente en ambos. Xiao Zhan tenía los ojos abiertos más de lo debido y su respiración tan agitada como nunca antes. Sus piernas se balanceaban en el aire, apretando su mano en la muñeca de YiBo para no caer.

—¡Zhan! ¿¡Estás bien!?— La exclamación de Wang le hizo levantar la mirada para verlo, quitándola del vacío debajo de ellos.

—¡Estoy bien!— Contestó de igual manera, inhalando profundo en intentos de calmarse aún si sabía que eso no iba a ser posible cada que veía al castaño reafirmar el agarre en aquel tubo que los tenía a salvo.

—Tenemos que subir, no creo poder resistir tanto tiempo.— Formuló, viendo a todas partes en lo que su cabeza creaba de manera rápida soluciones para salir de ese lío. Así que cuándo miró que un par de metros abajo había un fragmento de suelo en buen estado, recto, pasó su vista a su chico. —Zhan. Escúchame; tienes que escalar por mi cuerpo para que podamos saltar y te proteja con él.

—¿¡Q-Qué!? ¡No! ¡No puedo!

—¡No! ¡Sí puedes! Y tienes que hacerlo.

Xiao Zhan lo miraba escándalizado en su totalidad. Seguía sosteniéndose con fuerza; negaba con efusión, con tanto miedo. Sin embargo, ver a su novio tan seguro en lo que le ordenaba le provocaron a todas esas emociones negativas empezar a marcharse para dar paso a la simultaneidad.

—Zhan...— El agente insistió. —Si éstos barrotes han explotado, los demás no tardaran en hacerlo. Por favor, tienes que apresurarte.

—¡Lo haré!— Gritó, impulsándose para que su otro brazo que colgaba en su lugar subiera para sujetarse del de YiBo. —Ya voy, ya voy.— Tanteaba, empezando a subir.

Wang YiBo cerraba sus ojos de vez en cuándo cada que sentía su palma resbalar del tubo, ejerciendo presión en ella para reafirmarlo por los movimientos imposibles de no hacer por la fuerza con la que Zhan escalaba en su cuerpo.

No le faltaba demasiado para estar al raz. Ya estaba en su torso, y justo en ese momento, por el desastre en la parte baja, una parte del barrote que todavía estaba un poco estable cayó más, causando el desliz de los pisos posteriores y el del tubo del que YiBo se sostenía. Cómo el movimiento los balanceó, el peso aumentó, y la mano del último resbaló.

Así que en medio del horror al soltarse, Wang abrazó al pequeño cuerpo aferrado al suyo para girarlos de tal manera en que cuándo se azotaron contra ese suelo que antes le dijo, fuera él quién lo amortiguara.

El castaño dió un alarido de dolor, pero dejó de hacerlo para sonreír al sentir a Zhan moverse y su tibia respiración cerca de su cuello. —¿Está bien?

My Boyfriend Is A... ¿¡Videogame!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora