EXTRA.

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Cinco años después.

Sí, Xiao Zhan sentía que iba a cometer un gran crimen; algo tan irónico en él. ¿Por qué? Porque YiBo no llegaba, y ese momento estaba convirtiéndose en uno de los más importantes de los últimos años.

—¡Pa!— Él volteó para sonreír a su pequeño, poniéndose de cuclillas para estar a una buena altura. —¿Vendrá papá?

—Sí, bebé, tranquilo.— Concordó, asintiendo. —Y sí no lo hace no vivirá para verte crecer.— Murmuró para sí mismo, incorporándose.

—¡Hmm! ¡Voy a regresar!— Su niño dijo con altitud, satisfecho. Así que Xiao Zhan le hizo un ademán, poniéndole atención mientras volvía con su profesora, la que estaba dirigiendo su evento.

Era el primer Desfile en el que su bebé participaba en el último año de la educación preescolar, el de otoño, y era uno de los pequeños que más tendrían aparición. ¡Pero YiBo no llegaba, y el evento estaba por comenzar!

Wang XieYi, el nombre de su hijo. Un niño de cinco años recién cumplidos; Xiao Zhan lo miraba desde lejos, y sonreía por el amor que sentía por él, acordándose de las dificultades que pasaron por tenerlo con ellos, pues el papeleo para la adopción había sido demasiado largo y difícil.

Sólo un año después de casarse lo habían comenzado para tener a su familia completa, dado que incluso antes de haber hecho lo primero habían empezado a vivir juntos, dando por completo su primera unión; el compromiso para tan sólo unos meses graduales, haberse casado como lo quisieron.

Se mantenían estables. YiBo tenía su trabajo, cómo en lo que antes se graduó; agente. ¡Y era tan curioso!. Por su parte, Xiao Zhan ejercía como diseñador gráfico en una empresa de animaciones, compartiendo trabajos tanto con HaoXuan, YuBin y YiXing, los cuáles habían recuperado sus completos recuerdos.

Pero claro, todo eso no podía terminar con el hecho de que el festival de su bebé ya había empezado y casi era su turno; sólo faltaban cuatro niños para llegar a él. Sus dedos se movían con ansiedad sobre sus rodillas, mordiendo su labio inferior mientras miraba a la entrada al teatrito del jardín de niños, deseando en demasía que el castaño pasara de ésta.

Pero no, y ya no se pudo resistir a no llamarlo para dejar de lado los miles de mensajes que le envió antes. Se levantó y salió con disimulo del lugar, yendo a parar fuera, a un costado de la entrada para iniciar a insistir con las llamadas.

Cuándo ella fue atendida, la voz de YiBo rápidamente le inundó los oídos, además de un curioso ruidero. —¡Lo siento! ¡Voy tarde pero no tardaré más!

—Ya empezó, y casi es turno de A-Xie, ¿Qué estás haciendo? ¿En dónde estás?

—Estoy cerca. Por BiaoXu; no demoraré más de... diez minutos, lo prometo.

Xiao Zhan estuvo a tan sólo un grano de arena de dejarlo pasar y esperar más por él, confíando correctamente. Sin embargo, un peculiar sonido que conocía a la perfección estando de fondo a través de la línea le hicieron poner en la cara un gesto estóico.

—Wang YiBo, ¿Esas son patrullas?

Y no hubo respuesta existente a su pregunta enseguida, si no que pasaron segundos sin ellas, dándole por confirmación que sí eran sirenas sonando de fondo por la falta de habla.

—...No.

—Wang YiBo...

—¡No! ¡Lo juro!— Hubo una pausa. El sonido del claxón del vehículo sonando lo alteró, pero el mayor volvió a hablar. —No tardaré, te lo prometo.

My Boyfriend Is A... ¿¡Videogame!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora